La vida del preso político Abel Lázaro Machado, de 25 años, está corriendo serio peligro dentro de las mazmorras del castrismo.
Así lo denunció el activista Marcel Valdés a través de sus redes sociales, dejando saber que Abel fue detenido por esbirros castristas por participar en las protestas del 11J de 2021.
Trascendió que este hombre fue diagnosticado desde temprana edad con trastorno de la personalidad, así como de déficit de atención y lesiones en su cerebro. Sin embargo, eso no impidió que las crueles autoridades de Cuba lo encerraran sin haber cometido ningún delito.
“Desde niño, me confirma su hermano, fue diagnosticado con trastorno de la personalidad orgánico, que es una alteración de las formas habituales del comportamiento premórbido, que afecta la expresión de las emociones, necesidades e impulsos. Además, presenta déficit de atención y lesiones en el cerebro desde los 10 años, que le ocasionaron un retardo mental”, informó Valdés.
Debido a sus padecimientos, el preso político ya habría intentado quitarse la vida dentro de la prisión en varias oportunidades, y por si fuera poco, los guardias del penal lo han sometido a torturas tanto físicas como psicológicas.
“El joven ha intentado suicidarse en varias ocasiones, dos de ellas estando preso. En prisión ha sufrido torturas físicas y psicológicas y tratos crueles (…) Una vez, uno de los esbirros lo golpeó hasta dejarlo en el piso, después prendió un cigarro y le echó el humo en la cara, mientras le decía que eso lo hacía para quitarse el estrés, y comenzó a golpearlo de nuevo por la cara”.
Actualmente en la prisión de Quivicán, Abel Lázaro fue condenado a nueve años de privación de libertad por falsos delitos que nunca cometió.
Hoy en día, su vida se mantiene corriendo grave peligro dentro de las mazmorras, un lugar donde ni siquiera le conceden atención médica especializada.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
