La presa política, Aymara Nieto Muñoz, pudo recibir la visita de sus seres queridos en la prisión de Mujeres de Occidente, en La Habana.
Así lo confirmó su esposo, Ismael Boris Reñí, en una conversación que sostuvo con Radio Martí, y donde afirmó que la dama de blanco, a pesar de mantenerse fuerte, se encuentra afectada por la injusticia sentencia que recibió en última instancia.
Trascendió que esta visita se produjo el pasado 20 de enero. “Fuimos a El Guatao con mis hijas y la madre de Aymara Nieto Muñoz. Fue una visita muy fructífera y emocional”, dijo Reñí al medio citado.
Y es que, el ánimo de la presa política, de alguna u otra forma, ha mejorado desde que tiene a su familia más cerca. Cabe recordar que Nieto Muñoz estuvo mucho tiempo recluida en Las Tunas, muy lejos de sus seres queridos.
El opositor también dejó saber que su esposa permanece aislada del resto de las reclusas del 11J, supuestamente, por medidas de seguridad, algo completamente absurdo.
“Indiscutiblemente, es doloroso tener dos sanciones injustamente por delitos que no ha cometido, y que encima, esté cumpliendo por eso”, aseveró Ismael Boris Reñí.
Es pertinente recalcar que Aymara Nieto Muñoz cumplió el pasado mes de mayo su sentencia de cuatro años por los falsos delitos de “desacato”, “daño” y “atentado”.
No obstante, el régimen castrista la acusó de haber liderado un motín en El Guatao, imponiéndole una segunda condena de cinco años y cuatro meses de privación de libertad.
Desde su reclusión, la presa política ha tenido que sufrir constantes maltratos, y su salud se ha visto seriamente en peligro en múltiples ocasiones, algo que, por supuesto, no le interesa en lo absoluto a la dictadura y sus títeres.
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Redacción de Cubanos por el Mundo