Según varias fuentes consultadas dentro de la provincia de Pinar del Río, un video que muestra a una vaca corriendo por las calles de la ciudad y que se ha vuelto viral en las redes, muestra a una vaca que huyó de su carreta – no sabemos cómo se zafó, pero lo hizo – el pasado 28 de enero durante un acto político que se desarrolló en la urbe pinareña.
Andy García – no confundir con el actor – dice que se enteró por su familia.
“La vaca estaba en un “desfile martiano”, pero en un momento determinado se logró zafar y emprendió la huída delante de todos. Le cayeron atrás, pero olvídate. Se fue, como Laura,” dijo a Cubanos por el Mundo.
El video, que tiene ya cientos de compartidos es muy gracioso pues viene acompañado del tema musical del dúo Yomil y Danny donde se escucha decir “caminando por el expressway”.
“La vaca iba por la Calle maceo y dobló luego a coger el Correo,” aseguró otro que vio la vaca huir, ante la mirada atónita y risueña de las personas.
Según averiguaciones hechas, la huida de la vaca provocó estupor y confusión entre los asistentes al acto político, que no vieron con muy buenos ojos que la vaca interrumpiera la actividad dedicada al natalicio del Apóstol, José Martí.
¿Acaso por eso habría que llamarla “disidente” u “opositora”? Tan solo era una vaca que quería su libertad, como muchos cubanos, y ¡logró conseguirla!
Los cubanos tenemos en nuestro acervo cultural al menos cuatro vacas famosas: Matilda, Pijirigua, Ubre Blanca y Rufina.
La primera la conocen muchos. Es la vaca que aparecía en los potes o barras de mantequilla y creso quema – cuando había mantequilla y queso crema – y hasta tuvo su canción Matilda, y se hizo popular en los televisores cubanos, en el horario dedicado a los más pequeños de la casa.
Otra vaca que se hizo popular fue la vaquita Pijirigua, nombre de la vaca en la canción de Pedro Luis Ferrer donde se aborda el tema de la Inseminación artificial. Según la historia, muy cómica por cierto, Pijirigua se negaba a ser inseminada artificialmente y quería seguir siendo montada por el toro. El estribillo dice así: “Pijirigua, quiere seguir a la antigua”.
La canción fue extremadamente popular en Cuba.
Ubre Blanca es la recordista mundial en la producción de litros de leche y era la obsesión y niña mimada de Fidel Castro.
Fidel tuvo en sus planes convertir a Cuba en una potencia ganadera, y quiso la suerte que entre tantos inventos y desvelos, apareció Ubre Blanca, una vaca que era capaz de dar más de 100 litros de leche al día (110,9 es su récord)
Aquel milagro de la naturaleza convenció a Fidel que había que usar a Ubre Blanca como paridora, y mandó a inseminarla artificialmente con la esperanza de que diera a luz otras vacas como ella.
“La prensa oficial, casi a diario, anunciaba los resultados de esta campeona mundial bovina. El Máximo Líder pronosticaba que alcanzaríamos un gran desarrollo ganadero, tendríamos ríos de leche y abundante carne, para la población y para exportar,” dice el diario Cubanet.
La realidad es que Ubre Blanca murió poco tiempo después – dicen que por tantos partos – ninguna de sus hijas logró dar siquiera la mitad de los litros de leche que daba su madre, y Castro jamás cumplió su promesa del vasito de leche. Cuba, tampoco fue jamás una potencia ganadera. De hecho, actualmente, es todo lo contrario.
Rufina una vaca que fue “asesinada por el imperialismo yanqui”.
Muchos podrán creer que esto es una burla pero no: Rufina en su momento fue considerada la primera “vaca mártir del imperialismo yanqui” y “víctima de la carrera espacial de EE.UU.”
Su muerte fue fortuita. El día que murió pastaba tranquilamente en la campiña del Oriente cubano, en tierras de la actual provincia de Holguín, cuando un cohete estadounidense Thor DM-21 que despegó de la base aérea norteamericana de Cabo Cañaveral con el objetivo de poner en órbita el satélite Transit 3A, explotó en el aire, a kilómetros de altura, y restos metálicos del aparato cayeron sobre Cuba.
Parte del fuselaje del cohete impactó sobre Rufina, quien murió al instante.
Este hecho fue calificado por el entonces joven Primer Ministro de Cuba, Fidel Castro, como un “ataque cruel y violación del espacio aéreo de Cuba”. Castro convocó a una marcha de protesta frente a la Embajada de los Estados Unidos en La Habana.
Más de 250 campesinos marcharon con sus vacas. Algunas de las vacas llevaban carteles amarrados a sus cuerpos donde podía leerse cosas tan absurdas como estas: “Eisenhower (nombre del presidente americano de ese entonces) asesinaste a una de mis hermanas”, “Condenamos el uso de armas atómicas para matar vacas indefensas” y “Los yanquis nos están matando sin piedad”.
Los Estados Unidos indemnizaron a Castro con 2 millones de dólares a Cuba por la muerte de Rufina, de los cuales no se sabe cuánto le dieron a su dueño.
Por si fuera poco, y con $2 millones de dólares, gracias a Rufina, a la vaca la despidieron en su lecho mortuorio hasta con honores de Estado y enaltecida como mártir de la patria.
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