Eran las seis de la mañana del domingo, cuando recibí en casa una llamada de mi Jefe pidiéndome que fuera urgente hacia Homestead; nada más y nada menos que a la 274th Terrace del SW y la 138th Ct.
“¿Qué es lo que hay ahí, Boss?”, le pregunté y me respondió:
“Los Tinajones”.
Confieso que no sabía yo qué cosa era eso de “Los Tinajones”, pero solo escuchar la dirección me dio espanto.
“Jefe, pero tengo que montarme en el Turnpike, y yo le tengo miedo al tráfico en el Expressway”, le comenté, y él me sugirió que cogiera el ómnibus 137, en la 137th Ave y la Calle 8.
“Eso te deja cerquita. Bájate en la 272th St. y camina dos cuadras. Dale que Bis la Medium te está esperando.”
Luego me puso al tanto de la polémica.
Según me contó por arribita, Bis La Medium, mi amiga, la única persona que se ha atrevido en este Miami a identificarme como “joven y con mucho pelo”, había tenido un percance con Otaola y Pedrito Calvo, el ex cantante de Los Van Van, en ese lugar, durante una fiesta.
Confieso que no quería ir (tampoco me invitaron). A mi los tiqui tiquis con Otaola no me gustan, pero cuando recibí unas fotos y vi que allí estaban mis amigos Maité Luna, Mario J. Pentón, Alexis Boentes, Eduardo Antonio Il Divo (di Placetas) y sobre todo, mi coco, Angelina Jolie, digo, Angelina Castro, no pude contenerme.
Lo malo es que cuando llegué, ya la fiesta se había acabado. Allí no quedaba ni la esencia del toto wash de Angelina. Solo estaba Bis La Medium, sentada y compungida, en un tinajón.
Bis La Medium: Siro, mi amigo, ¡gracias! ¡Gracias por venir a verme en este momento!
Siro Cuartel: Coño vieja, ¡faltaba más! That´s what friends are for.
BLM: Ay viejo… Yo, que estoy que no entiendo nada, y tú hablándome en inglés.
SC: El que no entiende soy yo. ¡No me invitaste a tu fiesta de cumpleaños! ¡Qué perra eres!
BLM: No fue culpa mía. Cometí el error de darle esa tarea a Pablo Villavicencio. Él es quien estaba encargado de enviar las invitaciones.
SC: ¡Chica! ¿Pero tú no te enteraste que Otaola lo botó por eso mismo? Porque falló con unas invitaciones que debía enviar para una fiesta.
BLM: Eso mismo me dijo Villavicencio anoche. Me dijo: “Bis, aquí falta Siro Cuartel. Se me olvidó invitarlo. ¿Lo llamo?”
SC: ¿Y qué le dijiste?
BLM: No le dije nada. Justo cuando iba a decirle que sí, sentí un grito detrás de mí.
SC: ¿Un coyote?
BLM: No
SC: ¿Un lobo?
BLM: Ay, Siro, no. ¡Ojalá fuera eso! Más bien un alarido.
SC: ¿Una hiena?
BLM: No viejo, no. Fue un grito humano. Una frase: “Comunistaaaaaaaaa ¿qué tú haces aquí?”
SC: ¡Pal carajo!
BLM: De pronto veo un sombrero.
SC: No me vayas a decir que viste el espíritu de Camilo. Porque eso es lo último que nos faltaba. ¡Y mira que se han colado comunistas en el Miami este!
BLM: No, no era Camilo, aunque el sombrero se parecía. Era Pedrito Calvo.
SC: ¡Wow! ¡Un estelar!
BLM: ¡Eso mismo dijo Eduardo Antonio!, pero al otro día.
SC: ¿Y qué estaba haciendo Pedrito? ¿Cocinando carne asada? ¿Ablandando una yuca?
BLM: No, si ya la comida estaba hecha. Estaba ahí. Vino invitado.
SC: ¿Sí?
BLM: Por el hijo.
SC: ¿Y Pedrito fue el del grito?
BLM: No, a él fue el que le gritaron. Ay, Siro, ¡me sentí tan mal!
SC: Pues te vieron dándola toda después. Ripiándote como Niurka Marcos.
BLM: Ay, Siro, ¡me siento tan mal!
SC: ¡Esa es la resaca!
BLM: No viejo. Lo último que yo hubiese querido es que dos de mis invitados se hubiesen fajado.
SC: ¿Pero se fajaron Pedrito y Otaola?
BLM: No, la sangre no llegó al río. Ale se fue.
SC: ¿Como Laura?
BLM: ¿Qué Laura es esa? ¿Estaba en la fiesta? Ay, Siro, ¡no me digas que se me fue más gente! ¡Con lo cara que me costó la fiesta, chico! ¿Tú viste las fotos? Había gente en zancos y todo. Hicimos un trencito. Y la gente gritaba: “¿Seguimos? Sí. ¿Paramos? No”
SC: ¡Todo un éxito!
BLM: Excepto por ese contratiempo, sí. Bueno, descontemos que hubo gente que vino con su jabita de shopping y se llevó comida. ¡Arrasaron, Siro! Sobre todo esta muchacha, Maite. La pobre, me dijo que había estado enferma.
SC: Sí, de COVID-19.
BLM: Bueno, no me dijo de qué fue, pero lo que sí sé es que del estómago no era, porque ¡mira que comió! Se parqueó al lado de la bandeja del jamón Pata Negra, y si no se la quitan… Y el que vino con ella ni te cuento; ese barrió con la ensalada rusa. Me dijo que era amigo tuyo. De Cienfuegos.
SC: Ah, sí, pero él es de Congojas.
BLM: ¿Congojas? ¿Dónde queda eso?
SC: Dónde la que no es… mejor te cuento de eso luego. Dime, que me interesa, porque veo al Barítono Triste desaforado en Facebook. ¿Qué fue lo que pasó entonces? Dices que encararon a Pedrito.
BLM: Ay, sí, Siro… ¡¿qué voy a pensar yo que Ale y ese hombre se iban a fajar!? ¡No me lo hubiese imaginado!
SC: Pero Bis, chica, ¿tú no tiras las cartas?
BLM: Sí. ¡Y muy buena que soy!
SC: ¿Tú no predices el futuro?
BLM: ¡También!
SC: ¿Entonces? ¿Por qué invitaste a Pedrito? ¿Qué fue lo que te pasó? ¿Las cartas no te dijeron que iba a haber jelengue? Otaola..
BLM: No la vi llegar, Siro, no la vi llegar.
