Una foto del doctor Rodrigo Álvarez Cambras desde un hospital cubano fue compartida en el programa Hola! Ota-Ola.
“¿Tú sabes quién es este señor? Álvarez Cambras. Míralo aquí olvidado”, dijo el influencer cubano Alexander Otaola.
“Super triste verlo así, después que ayudó a tantas personas de Cuba y de otros países. Dios lo bendiga. Y ojalá te escuchen”, comentó Raquel Diaz en Youtube.
Además del paso de los años, lo cual se advierte en la imagen, resalta el abandono del régimen con el ortopédico.
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No importa que por sus manos hayan pasado varios presidentes, personajes de la realeza, ministros, deportistas de alto nivel y dictadores.
No importó que el fijador externo RALCA (a partir de sus iniciales), haya sido patentado en una treintena de países, en beneficio de miles de pacientes.
“Ud. compara este señor con un hijo cualquiera, un combatiente, un cubano de a pie y no tiene ni ese sillón, ni la enfermera, no tiene absolutamente nada mejor atendido, pero olvidado”, agregó Otaola.
Internautas escribieron su parecer tras ver la conmovedora imagen del anciano, nacido en Candelaria, Pinar del Río, el 22 de diciembre de 1934.
Ese octogenario que hoy posa desde el butacón de un hospital, fue Especialista de I y II Grados en Ortopedia y Traumatología, Doctor en Ciencias, Investigador de Mérito, Profesor Titular y Profesor Consultante.
Rodrigo Álvarez Cambras fue amigo de los dictadores Fidel Castro y Saddan Hussein
Pese a su fidelidad con los dictadores Fidel Castro Ruz y Saddan Hussein, el doctor fue ignorado por el castrismo, cumplidos los 82 años.
Así lo reseña El Confidencial, en un amplio reportaje que sintetiza la caída en picada del cirujano ortopédico, talento y rostro propagandístico de la “potencia médica”.
En 2016 se le destituyó como director del Hospital Frank País; en 2018 se le ignoró olímpicamente en un artículo sobre la historia de la ortopedia cubana y en 2019 no le invitaron a un congreso de ortopedia celebrado en La Habana.
El mismo material periodístico reseña que, además de su cercanía con Castro y Hussein, se codeó con otros dictadores y sus álbumes de fotos lo confirman.
“Arriba está Sadam Hussein, cuando me dio la Orden de la Rafidain de Irak. Después está Daniel Ortega, que me dio la Orden Militar en primer grado. Luego Rafael Correa, que me dio la Orden del Sacrificio. Y por allí está Putin, dándome la Orden de Honor de Rusia”.
Párrafo aparte merece el sanguinario Saddam Hussein, quien murió ahorcado tras ser sentenciado por crímenes contra la humanidad en Irak.
El cubano que hoy vemos en una foto de hospital, fue el médico de cabecera del siniestro personaje, a quien encontró postrado en una cama, con una hernia discal.
“Profesor, a partir de hoy y de este segundo nadie me puede tocar que no sea usted y su gente”, le dijo Hussein.
Pese a todo este historial de fidelidad y de “hermandad” (al decir de sus propias palabras), nada de eso fue suficiente.
El presentador y anticastrista cubano Alexander Otaola invitó a la prensa oficialista y patriotera, parte del aparato propagandístico del régimen, a indagar sobre los últimos días del eminente médico.
“Ocúpense de mostrarle al mundo, cómo un tipo que inventa la prótesis termina en estas condiciones. Indaguen en eso. Háganle la historia a la gente del futuro de los ancianos dentro de ese sistema que ustedes defienden”.
Redacción Cubanos por el Mundo
