Un nuevo caso de brutalidad policial se presentó en Cuba, y quedó en evidencia luego de que corriera la denuncia de una mujer, identificada como Claudia Esther Ramírez, quien afirma que su novio fue asesinado por esbirros del régimen castrista.
Según la información extendida en Facebook por Eliécer Ávila Cicilia, la víctima de esta brutalidad policial respondía al nombre de Sergio Pozo Hernández, quien sufrió una golpiza a manos de un esbirro en la provincia de Santiago de Cuba durante el transcurso del pasado domingo 26 de febrero.
“Él estaba en la playa Caletón con unos amigos nuestros y familiares, y según refieren, hubo un robo, donde se le informa al Punto de Control y al patrullero, y se detiene al presunto ladrón”, especifica la denuncia”.
Trascendió que Sergio se disponía a pasar por donde estaba el patrullero, cuando este le da una orden para que se detenga, pero este no tenía licencia de conducción, por lo que intentó seguir adelante.
“La reacción del oficial fue lanzarle una silla con el motor en movimiento y él, en acto de reflejo de esquivar el objeto, gira a la senda contraria por la que venía un camión y lo atropella”.
Y es en ese momento donde se da la brutalidad policial, pues una vez en el suelo, el esbirro le ordenó al conductor del camión que siguiera su camino mientras, al mismo tiempo, le propinaba golpes a la víctima.
La denunciante señala que, en ese preciso momento, alrededor de una veintena de jóvenes intentaron ayudar a Sergio tirándole piedras al esbirro, hecho que los llevó a ser detenidos.
“Las mismas personas que andaban con él, fueron testigos oculares de lo sucedido (…) al ver semejante acto barbárico, comenzaron a lanzar piedras al patrullero y los jóvenes que salieron en defensa de mi novio, creo que unos 24, están detenidos en la estación de Micro 9”
Sergio fue trasladado al Hospital Militar de Santiago de Cuba presentando graves heridas, como fracturas, trauma craneal, entre otras.
Pase a que los galenos hicieron todo lo posible para salvar su vida, no pudo aguantar y falleció alrededor de las 9:00 de la noche.
Por si fuera poco, al recinto llegaron dos patrulleros, dos carros policía y hasta un camión con Boinas Negras para tratar de intimidar a los allegados de la víctima. “Yo estoy desesperada, sé que nada lo va a devolver pero necesito justicia, por favor”, finaliza.
De esta manera, mientras en Cuba la delincuencia reina cada vez más en las provincias, los esbirros del castrismo siguen ejerciendo su violencia contra quienes menos lo merecen.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
