Según el portal oficialista Trabajadores, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, destacó la importancia de la vinculación con la base para solucionar los problemas de la gente durante la más reciente reunión del Consejo de Ministros.
En la misma reunión, el Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, presentó las principales “líneas de acción”, presuntamente encaminadas a mejorar el sistema de trabajo de un Gobierno disfuncional, y abogó porque la actividad ejecutivo-administrativa conduzca la atención a las prioridades definidas por el país y la facilitación del desempeño de las actividades de los organismos gubernamentales.
Dicho así parece muy bonito, pero Marrero Cruz aún tenía algunos cartuchos en su añeja escopeta prestos a disparar a mansalva.
El no hace nada dijo que había que apoyar el trabajo del Poder Popular y enaltecer el trabajo de los delegados, otros que como él, no hacen prácticamente nada, pero hacen bulto.
Según dijo el de la enorme panza, hay que mejorar el desempeño del Gobierno en todos los niveles y lograr resultados reales en los asuntos que impactan directamente en la población.
Sin embargo, la mejor frase llegaría después cuando expresó que había que cambiar la mentalidad de los cuadros y su capacidad para aprovechar la inteligencia colectiva para encontrar soluciones a los problemas que enfrentan.
¿Cómo se entiende esto de “cambiar la mentalidad de los cuadros”, cuando el propio gobierno insiste en ser continuidad? ¿Cuando aún se aferran a una ideología fuera de moda, trasnochada, y que ha provocado en el pueblo cubano miles de muertos, y una miseria acumulada día tras día?
Lo cierto es que este es un discurso que a nadie engaña; como el famoso cuento de la buena pipa.
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Incluso hasta un revolucionario como “Carlos” – así se identificó el forista – si bien se nota a la legua sus problemas para comprender la mísera realidad que lo rodea, abogó por el fin de “los cuadros”, sin darse cuenta que gente como Miguel Mario Díaz-Canel y Manuel Marrero, entre otros, no son más que eso: cuadros. Y bastante cuadrados por cierto.
“Carlos” calificó este tema – el de los cuadros – como un tema “PELIAGUDO”.
“La politica de cuadros . Sin el mas minimo interes de ofender o herir a alguien es algo que tiene que revisarse con mucha profundidad y ecuanimidad , los que radicamos aqui en la base vemos , porque conocemos, como se designan cuadros sin la preparacion adecuada para ocupar una responsabilidad , sin el concimiento que amerita para dar respuestas y soluciones convincentes al pueblo trabajador , lo repito una vez mas y no me cansare de desirlo , ESTAMOS DESIGNANDO PERSONAS PARA OCUPAR RESPONSABILIDADES , TENIENDO EN CUENTA EL SEXO , LA RAZA O LA ETNIA Y NO LOS CONOCIMIENTOS.”
Y ahondó:
“Lo vemos dia a dia en nuestros municipios , sigue arraigado el Burocratismo , la desatencion , las mentiras y falsas proyecciones a las visitas Nacionales que de vez en cuando visitan algun municipio , son dirigidas cual alfombra tendida de por medio a dos o tres lugares previamente preparados para dar una imagen que realmente no tenemos y que el visitante aparentemente se lleve una imagen falsa de lo que realmente no es.
“Al ver esto y no poder desirle a estos visitantes el engaño y la mentira a que son sometidos , solo nos queda bajar la cabeza y sufrir al ver con cuanta maestria son engañados para que se lleven la imagen que no es. Los que hacen eso son Cuadros designados y salidos de no se sabe donde , en que escuela le enseñan a ser magos del engaño .
“Al pueblo hay que darle respuesta , hay que convencerlo , hay que escucharlo , hay que visitar los barrios , interactuar con ellos , explicarles , atenderlos cuando van a los Gobiernos a presentar un problema y una solucion a los problemas ; ahhhh estoy delirando , disculpe , es mas facil llegar a un Ministro que a la zona de confort de un Cuadro Gubernamental de un Gobierno municipal.”
Un cuento muy bien contado, con ciertas dosis de miel aderezándolo, que sirvió de preámbulo a la estupidez con que cierra el párrafo final; síntoma indeleble de que a este cubano, “Carlos”, le fascina el cuento de la buena pipa y se lo ha creído del pi al pa.
“Ojala y lo que se plantea y discute en la reunion del Consejo de Ministros se implemente , o seguiremos dia tras dia , semana tras semana y año tras año oyendo las mismas palabras en las reuniones de Consejos de Ministros que estan por venir.”
Aparentemente este hombre cree que verdaderamente los Ministros cubanos van a darle solución a un mal que está entronizado en la raíz del mismo sistema que él y todos esos ministros y cuadros, defienden.
