La joven cubana Camila Ladicani, quien en la isla fue bailarina, logró independizarse económicamente como empresaria en Filadelphia
La antillana contó que lo que le sucedió fue que le afectó la crisis de la pandemia en el año 2020 y en ese lapso de tiempo, pudo pensar qué podía hacer para obtener sus propios ingresos, ya que había quedado sin empleo, después de su trabajo como Sous Chef en una compañía de eventos.
“Fueron meses de tener tiempo para pensar y pensar en qué era lo que podía hacer para trabajar y lograr sostenerme económicamente. Yo nunca había tenido mi propio negocio, porque en Cuba fui bailarina clásica de ballet, o sea que nada que ver con ser empresaria”, contó en una entrevista a Univisión.
La joven cubana se esforzó en elegir una tarea que le apasionara para tener triunfo en lo que iba a emprender, y como le iba bien con las manualidades desde niña, decidió realizar accesorios de piel.
Manifestó que eligió este material “porque representaban el color, la suavidad, pero también la alegría y la viveza”.
La cubana contó que gracias a unos ahorros que tenía, pudo comenzar con su negocio y compró algunas pieles, se fue formando viendo tutoriales de YouTube y entre practica y equivocaciones se convirtió en una gran creadora de sus propias piezas, que ahora se venden tanto, que ella sola no se da abasto para elaborarlas.
“Veía tutoriales en YouTube, nadie me enseñó, ni tomé clases, solo iba aprendiendo sobre la marcha; compraba una herramienta, luego otra”, dijo.
La joven antillana ahora trabaja con la ayuda de su madre, quien se convirtió en su mano derecha y le ayuda a adelantar el proceso, pero es la misma Camila quien cose, cada una de sus piezas que cada día tienen más éxito.
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Redacción Cubanos por el Mundo
