En la isla comunista, ni siquiera la mismísima casa de Dios se salva de la delincuencia que la misma dictadura ha desatado, y en La Habana, los actos vandálicos son cada vez más frecuentes, especialmente en el Vedado, donde un par iglesias han sido atacadas por el hampa en los últimos días.
Según el periodista Adrián Martínez Cádiz, durante el transcurso de ayer miércoles 5 de abril, malhechores ingresaron a la Iglesia de Jesús Obrero, en el Vedado, luego de romper la puerta lateral del recinto.
El denunciante agregó que, pese a que los delincuentes partieron cables conectados entre una computadora y un proyector, y removieron algunas cosas que se encontraban dentro del lugar, no se terminaron llevando nada.
En consecuencia, se despertaron las sospechas y, ciertamente, es bastante llamativo, ya que frente a esa iglesia de La Habana se encuentra una unidad militar de Boinas Negras.
“Aunque removieron cosas y partieron unos cables conectados entre una laptop y un proyector, no se llevaron nada. Curiosamente, la iglesia queda frente a la entrada principal de la unidad militar de tropas especiales (Boinas Negras) del barrio llamado el Fanguito donde el presidente Miguel Diaz-Canel jugara un partido de béisbol cuatro días antes. A pesar de los guardias permanentes, nadie vio ni escuchó nada”, dijo Martínez Cádiz en su publicación.
El periodista hizo saber que, hace pocos días, un hecho similar ocurrió en el santuario de Arroyo Naranjo, donde desorganizaron todo, pero como esta vez, tampoco se llevaron nada. “¿Son estos malos ladrones? ¿Son ladrones? ¿Quién está detrás de estos sucesos? ¿Cuál es la intención?”, exclamó.
Vandalismo contra otra iglesia en La Habana
El pasado 7 de marzo, el sacerdote Lester Rafael Zayas denunció que unos antisociales llevaron a cabo el robo en su Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, llevándose las ofrendas que depositaron los fieles, sin tocar objetos como equipos electrónicos de mayor valor, entre otras cosas.
No obstante, los habitantes de La Habana no dejan de estar preocupados por estos casos que cada se hacen más frecuentes, mientras que el régimen castrista y sus esbirros, como de costumbre, no mueven ni un solo dedo, por lo menos, para averiguar qué es lo que está sucediendo.
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Redacción de Cubanos por el Mundo