En la “potencia médica”, las autoridades mantiene en el olvido a una niña cubana que lleva años esperando por una operación, generando, lógicamente, la molestia y el desespero de sus padres.
Fue su madre quien, en conversación con el periodista Alberto Arego, dio a conocer otra de las tantas tristes situaciones que golpean al pueblo gracias a la dictadura y su mal llamada “potencia médica”.
Trascendió que la niña nació en 2018 y, desde entonces, han estado esperando por una operación que no termina de llegar.
“Me llaman, me dicen que esperen, que ellos me vuelven a llamar y jamás. Me dijeron que iban por la lista del 2018 y fue en ese año que Emilit nació, así que para el 2025 creo que todavía no hemos operado a la niña”, empezó diciendo Karelis García.
García especificó que su hija, de cinco años, aficionada al baile y la música, padece de pérdida auditiva, por lo que esta madre clama por ayuda para que la menor pueda escuchar.
“Ya tiene cinco años. Le encanta lo que es la música y el baile y por responsabilidad mi niña es sorda y lo único que pido es que mi hija escuche. No es mucho pedir, es un derecho que tiene ella”.
El pasado mes de enero, estos padres cubanos ya habían hecho uso de las redes sociales para dar a conocer el caso de la pequeña, y con la intención de buscar cualquier tipo de ayuda.
“Nuestra pequeña, víctima de una sobredosis de medicamento al nacer, tiene un padecimiento de hipoacusia neurosensorial bilateral profunda. Desde los inicios de su padecimiento hemos recurrido en disímiles ocasiones al Sistema de Salud cubano, para buscar una solución al padecimiento de nuestra hija, hasta este momento sin resultado alguno”, revelaron en aquel entonces.
Oriunda de Las Tunas, esta niña fue evaluada cuando tenía un año de edad y, tras permanecer ingresada algunos días, fue devuelta a su casa por un catarro. El problema es que, desde entonces, la respuesta brilla por su ausencia.
“Al parecer, como es una niña de una provincia, no le prestan interés alguno, como no es una niña familiar de altos dirigentes, como no es una niña de familia pudiente, pues no tiene derecho entonces a dicho implante”.
Cuatro años han pasado y la pequeña Emilit parece haber sido olvidada por esa “potencia médica” que tanto pregona el régimen castrista con el único propósito de llenar sus bolsillos.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
