Otra madre cubana tuvo que recurrir a las redes sociales en búsqueda de ayuda desesperada para su niño, pues, en la “potencia médica”, son más los problemas que existen que las soluciones.
Se trata de la cubana identificada como “La Yine Yine”, en Facebook, quien relató que en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez la empatía brilla por su ausencia, y su hijo, de apenas dos años, no está a salvo de eso.
Recalcó que el menor, hospitalizado en ese recinto, fue completamente olvidado por el especialista que comenzó atendiéndolo con respecto a sus males, que consistían en deshidratación, y síntomas como la inapetencia, fiebre, diarrea y decaimiento.
“En el ingreso solo tenía indicado duralgina y sales de deshidratación oral. Los siguientes días El Niño continuó ingresado, sin comer nada, sin tomar leche porque cabe destacar que la alimentación en el hospital es extremadamente mala (…) El domingo 26 de marzo mi hijo se encontraba tan decaído que no se podía ni sentar, no tenía equilibrio y yo, muy desesperada, comienzo a pedir ayuda”.
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La madre cubana agregó que el resultado del segundo examen de heces fecales arrojó positivo al rotavirus, lo que llevó al médico jefe de sala a querer colocarle una sonda nasogástrica Levin, algo ante lo que se opusieron rotundamente sus padres, y fue entonces cuando comenzó el maltrato al niño.
“En ese momento el papá de mi hijo y yo tenemos un pequeño desacuerdo con el médico jefe de sala, porque el mismo insistía mucho en ponerle Levin a mi hijo, y aquí vienen los problemas a los que nos enfrentamos día a día todos los cubanos: el médico estaba sin motivación alguna y sin ninguna empatía por un pequeño niño y la falta de recursos y medicamentos para tratar a niños que se encuentran hospitalizados”.
El médico se habría retirado de la sala ante la negativa de los padres y, desde ese momento, no volvió a observar al pequeño, quien tuvo que someterse a los cuidados de los médicos de pasantía.
Posteriormente, recibió el alta médica el pasado 3 de abril sin hacerle por lo menos un segundo análisis. Lógicamente, su situación de salud, lejos de mejorar, no hizo más que empeorar, por lo que tuvo que ser devuelto al hospital.
“Me lo volvieron a ingresar y me le hicieron el primer análisis de heces fecales en el segundo ingreso. Hoy (ayer) es lunes y no tengo los resultados de las heces fecales, no ha pasado un médico en todo el fin de semana, han pasado solamente los estudiantes y me preguntan cómo está el niño y se van sin decirme nada, le pregunto por los resultados de los análisis y no los tienen aún”.
Hace casi un mes que el pequeño presenta esos síntomas y su madre asegura que no es un virus; un mes en el que el niño ha recibido una pésima atención en un hospital cubano, como suele suceder en la “potencia médica”.
“¿Qué tienen que esperar? ¿Que el niño se me vuelva a deshidratar? ¿Que no reaccione a los sueros por no tener nada de defensas? Porque recordemos que la alimentación en este país es mala, porque el pollo no alimenta y lo que alimenta es ilegal”.
Por todo lo contado, a esta madre cubana no le quedó otra opción que buscar una mano amiga que la ayude en el caso de su hijo, que cada vez se debilita más y a los médicos, claramente, no les importa en lo absoluto.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
