El 11 de julio de 2021, cuando Yunior García Aguilera, Raúl Prado, Manuel A. Rodríguez Yong y otros valientes jóvenes cubanos vinculados al mundo del arte y el cine se aparecieron en la puerta del Instituto Cubano de Radio y Televisión, otro grupito de artistas, entre los que estaban Alexis Leiva Machado, Kcho – cacho de drogata -, Israel Rojas, Ray Tun Tun Fernández, Kiki Corona, Orlando Cruzata, entre otros, fueron llamados a contrarrestar a los “artistas problemáticos”.
Desconozco el estado en que llegó Kcho al lugar, pero sí sé, de buenísima tinta, que ese día, mientras él combatía con muchísimo fervor revolucionario a los artistas disidentes, a quienes luego lanzaron para la cama de un camión como si fuesen sacos de papas, y donde recibieron golpes y hasta por poco estrangulan a uno, al pintor preferido de Fidel Castro, drogata y corrupto como él solo, le robaron del asiento trasero de su camionetona blanca – Toyota o Nissan, no he querido precisar este detalle – un Atún entero de 100 libras. Y no un atún cualquiera, no: fue un atún aleta amarilla, que es mucho más exquisito y caro.
El hurto se propició gracias al desliz de Kcho, que creyéndose entre revolucionarios, olvidó que esos mismos revolucionarios son tremendos hambrientos – sobre todo el Ray Tun Tun, que bueno, no es revolucionario, es un descarado – y dejó la puerta de su camioneta abierta.
Dice la fuente que narró los hechos y lo vio todo, que la puerta de la camioneta no estaba abierta de par en par. Estaba cerrada, pero sin seguro, y gracias a este detalle, fue que el ladrón pudo robarse el atún aleta amarilla de 100 libras.
El caco, primero miró, de curioso, al interior de la camioneta. Vio el pescado, miró a su alrededor y lo agarró, aprovechando que todos estaban emocionados en la gritadera de consignas revolucionarias y toda esa comemierdá. Sobre todo Kcho, que era uno de los que más gritaba y sudaba, ajeno a que un ladronzuelo le estaba robando el dichoso atún de 100 libras.
Pero, ¿de dónde sacó Kcho este atún? ¿Quién se lo vendió? ¿Cuánto le costó? y sobre todo ¿Quién se lo robó? Ahora les cuento.
El atún se lo vendió Mine, un japonés que tiene una paladar “media secreta” en La Habana.
Y digo “media secreta”, porque todo el mundo sabe que esa paladar existe, pero no todo el mundo puede ir a ella. Allí, el japonés Mine, que no es otro que Minetomo Yoshida, ex representante en Japón de Los Van Van, y quien desde hace ya un buen tiempo reside en La Habana, vende platos exquisitos elaborada con comida más que exquisita.
La paladar se llama Jarayuku, y está ubicada en su casa, en la Calle 19 esquina a 50, en el municipio Playa, en La Habana.
Dice una fuente, que ha estado allí, que Mine vende la silla más barata a $200 dólares, pero que tiene sillas de hasta $1000 dólares. Alega además, que este japonés “cocina como los dioses” y que los productos los adquiere en Miami, a donde viaja a cada rato a comprar las cosas que, un restaurante japonés que se respete, oferta a sus comensales. Alimentos que en Cuba no se ven, como el Kobe, una especie de carne carísima y que Mine compra en la Florida. Y otros pescados que en Cuba no se ven.
¿Quiénes son asiduos al restaurante? La fuente asegura “haber compartido” con Mariela Castro y su esposo italiano; y el afamado actor cubano Jorge “Pichi” Perugorría, entre otros.
“En dos ocasiones que fui, Mariela estaba allí, con su esposo. En otras dos distintas ocasiones, vi al Pichi Perugorría,” dijo.
“Pichi es muy buen amigo suyo también. Pichi hasta “lo contrató” un día, para que fuera cocinero en su casa, en la fiesta de su cumpleaños.
“Ahí iba mucho, porque era muy amigo de él, este pintor que se murió hace poco, Rancaño. Eran muy amigos. Rancaño le pintaba cuadros y se los regalaba, no sé si como amistad o en pago a lo que ahí comía.
“La crema de la socialité cubana va a ese restaurant. Kcho es un asiduo. Es amigo de Mine. Hayla también.
“Hay un español que he visto ahí a cada rato, pero no sé quién es. Sé que se llama Carlos Acosta, como el bailarín, pero no sé a que se dedica.
“Otro extranjero que ha estado ahí es Andrés Levín; un venezolano que es íntimo de Mariela Castro, que abrió con ella recientemente el bar-restaurante en La Habana que le pusieron de nombre Chano Pozo.
“Ahí han estado Benicio del Toro, Will Smith…
“Otro que pasa ocasionalmente por ahí, buscando comida, es el pianista Cucurucho, el sobrino de Chucho Valdés, pero yo nunca lo he visto dentro del restaurante; yo creo que viene a buscar comida que sobra, o a que Mine le regale algo… no sé decirte bien.
“Ahora te envío fotos de todo,” dijo la fuente.
Pues bien, volvamos al comienzo de nuestra historia: el atún que le robaron a Kcho.
Ya dijimos que el atún se lo vendió a Kcho el japonés Mine. Pero, ¿quién se lo robó?
Dice la fuente, que cuando a Kcho se le pasó el fervor revolucionario y descubrió que le habían robado el atún aleta amarilla que le había costado casi mil dólares, por poco le da ahí mismo un soponcio.
El primer culpable y lógico, que cualquiera hubiese podido pensar que se robó el atún de Kcho era Ray Tun Tun Fernández, que tiene fama de facharín.
Como se conoce, Javier Sotomayor, el Príncipe de las Alturas, no quiere a Ray Tun Tun en su bar por su reputación de ladrón de comida y bebida en las casas que visita. Ray es fanático del jamón Pata Negra y se le acusa de haber robado una pierna de este jamón en la casa de un ex Agregado Cultural de España en La Habana, así como en la casa de un amigo chileno. También se le acusa de haber robado un bonito de 40 libras a un pescador en Playa Baracoa identificado como Julio Mora.
No sabemos si Kcho recordó esto, o pensó que podía haber sido el Tun Tun el ladrón, pero en todo caso, increíblemente no fue Ray Tun Tun el que se robó el atún, sino una persona que hasta donde hemos podido averiguar se encontraba en el lugar con Cruzata. O es amigo de Cruzata.
La fuente asegura que lo vio conversando “mucho” con el creador de los Lucas, y asegura también que fue él quien se robó el atún.
“A mi hasta me dio lástima ver a Kcho llorando por el atún robado, compadre. Si hubiese sido otro, pero ¿él? Na, ese es comunista. Que se joda. Ese bicho es malo. Es tan malo que estos días te voy a hacer el cuento del día de la fiesta de su cumpleaños, que por cierto le cocinó el japonés, y que invitó a Alpidio Alonso y su esposa; Alex Castro, el hijo de Fidel; Fidelito Castro Smirnoff, el hijo del hijo de Fidel que se suicidó; “Pichi” Perugorría y su esposa; y otras personas más.
“Ese día… ese día fue el acabose. Pero, ese cuento te lo hago otro día.”
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