El ciudadano cubano Carlos Jiménez y su esposa Daria, de nacionalidad rusa, esperan lograr el Asilo Político el próximo 18 de mayo, día en que les toca presentarse en la oficina de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en Puerto España, Trinidad y Tobago.
Cabe destacar que, esta pareja cubano-rusa salió de Cuba en pasado martes debido a las presiones y amenazas ejercidas por las autoridades del régimen castrista.
Mediante una entrevista a 14ymedio, la pareja aseguró que rendirse no está en ninguna de sus opciones, asimismo afirman que, pese a haber salido forzosamente de la isla, las autoridades castristas no los dejan en paz.
“Hasta el 25 de este mes tenemos un lugar para vivir. Luego veremos qué hacer. Estoy seguro de que algo se resolverá. Si logramos salir de Cuba cabreando a mucha gente, todo es posible”, declaró Jiménez.
Este joven cubano recordó que, salió de Cuba por la terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí, allí pudieron abordar el vuelo, pese a que los agentes migratorios los retuvieron por un buen tiempo.
El antillano contó que, el pasado mes de enero, escapó de ser reclutado como soldado para la guerra en Ucrania, esto mientras vivía junto a su esposa en Kushelevskaya Doroga, San Petersburgo, allí tomaron luego la decisión de viajar a Cuba.
Pareja cubano-rusa espera encontrar protección con el Asilo Político en Trinidad y Tobago
Carlos Jiménez sabía que vivir en Cuba junto a sus padres sería difícil por las diferencias ideológicas, sin embargo, no le quedaba otra opción.
“La mañana del 8 de marzo, un uniformado entró a nuestra habitación acompañado de mi padre. Esta vez no llamaron a la puerta. Era un oficial de inmigración. Dijo que mi esposa había estado en el país más tiempo del permitido para extranjeros, pero eso era falso porque solo habían sido 55 días y la regla es de 90 días. Actuó de manera extraña y agresiva”, relató el joven.
El agente de inmigración cubano les dijo que debían presentarse al otro día en las oficinas de Migración del municipio Habana del Este, donde le explicaron que el problema de ambos, era que Daria no era solvente económicamente, argumento que el joven calificó como falso.
Tras esto, Daria se puso en contacto con el Consulado de Rusia en La Habana, pero no le bastó mucho para saber que allí “no ayudaban a los traidores”.
Debido a las presiones, la pareja cubano-rusa decidió huir de Cuba hacia otro país donde pudieran solicitar Asilo, sus pocos recursos y las limitaciones de visa solo les permitieron llegar a Trinidad y Tobago, desde donde ahora esperan encontrar protección.
Redacción de Cubanos por el Mundo