Ahora que el Chef de la Machi está en el bombo, les voy a contar una anécdota relacionada con este “Chef Farándula” que ocurrió la pasada semana en el Ministerio de Cultura. En estos días les traigo más cositas sobre este Chef español, que de Chef Jefe en Meliá devino “creador de contenido” y horneador personal del pan que se come el puesto a dedo, Díaz-Canel.
Sí amigos, el Chef Farándula le hornea, ¡él mismo!, el pan que se come Díaz-Canel. Si Ud. es de esos comunistas radicales y obnubilados que se cree que Díaz-Canel come pan de la bodega, pues lamento decepcionarlo. La única cosa que Díaz-Canel hace “en el barrio”, que se sepa, es ir a “votar”, si es que a ese proceso eleccionario que existe en Cuba se le puede llamar votación.
Resulta ser que hace unas tres semanas aproximadamente, al Dek Ano de la Facultad de Arte de los medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), el mongólico de Javier Gómez Sánchez, se le ocurrió hablar mal del Chef Farándula.
Este puesto a dedo en la FAMCA, un Decano sin obra audiovisual conocida, que ha convertido ese centro de creación de arte en una escuela político-ideológica, y desde donde informa a La Jefatura, lo que allí “se cocina” en materia de audiovisuales, escribió un post en Facebook donde expresaba lo siguiente:





Les he adjuntado imágenes porque insertar el post o copiar el texto de lo dicho por este lacayo lamebotas del castrismo, ayuda a darle visibilidad.
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que, de lo dicho por el Decano de la FAMCA, se desprende que el Chef Farándula es un “colonizador cultural”. Vaya, de lo peorcito que existe. Y claro, que Javier Gómez Sánchez continúa fiel a su estilo de inadaptado y envidioso; porque si hay algo que el Decano de la FAMCA tiene por dentro desde hace años es un resentimiento y una amargura por la vida que no la brinca un chivo.
Lo cierto es que, dentro del Ministerio de Cultura, existe una oficina dedicada exclusivamente al manejo de los temas culturales asociados al Turismo; y la “regente” de esa oficina, es Lis “Machi” Cuesta Peraza, esposa del puesto a dedo e intimísima del Chef Farándula.
Te recomendaría leer, para que te enteres un poco más sobre el miquis miquis entre el Chef este y La Machi: El día que Lester Hamlet, la ex cartera de Lis Cuesta, llamó “aberrante” a Luis Manuel Otero Alcántara
Allí, en esa oficina, radica un tracatán de ella. Es lógico que la Machi no puede estar ahí siempre, por lo que ella designó un emisario para que esté ahí como un figurín, para cualquier cosa de “interés” que a ella le competa; y el hombre, súbdito a morirse, “descubrió” el post que en Facebook escribió el Decano de la FAMCA.
Ni cortó ni perezoso haló el vergajo y llamó a su jefa.
Horas después, se presentaron en el Ministerio de Cultura, el oficial de la Seguridad del Estado que la atiende; el súbdito de Machi; el ya ahorita moribundo y enfermo de cáncer Iroel Sánchez; y Javier Gómez Sánchez, el decano de la FAMCA.
El objetivo de la reunión era “analizar” el post contra el Chef Farándula escrito por el decanito puesto a dedo. La presencia de Iroel se debió, a pesar de que el pobre ya tiene sus días contados en la tierra, a que este es el padrino del otro y uno de los desingados – tal vez quise decir designados – delegados culturales cubanos.
Señala la fuente, que no estuvo presente pero lo oyó todo, que al Decano de la Facultad, el seguroso y el emisario de la Machi, le dieron hasta con el cubo.
Según el relato, el hombre debió estar cabizbajo y avergonzado a más no poder, con la lengua metida en las nalgas, ante cada argumento “sólido” expresado por el de la Seguridad.
“Ud. no está para escribir esas cosas joven. Ud. fue puesto al frente de la FAMCA para otra cosa. Sus funciones se limitan a eso; no a criticar un programa de televisión,” le dijeron.
“Nosotros hemos apostado por Ud., por su entereza, dedicación y devoción sin límites por la Revolución. En estos momentos tan complejos que vive el país, a Ud. no le falta nada. No le falta la comida, no le falta el transporte. Le hemos asignado un vehículo con chófer, con gasolina siempre disponible para que Ud. se mueva donde le haga falta – una fuente consultada señala que se trata de un taxi amarillo – y Ud. no puede bajarse con esas cosas en Facebook, que a nadie interesan,” añadieron.
“¿Qué hago entonces?”, preguntó el Decano de la FAMCA. “¿Lo borro?”, añadió.
“¡No! ¡Déjelo! Si lo quita, eso despertará la suspicacia entre los cuatro gatos que lo hayan leído. Lo que tiene que hacer es no volver a escribir esas cosas que no están dentro de sus funciones. Ud. no está autorizado a escribir sobre esta persona. ¿Está claro?,” le refutaron. ¿Entendido, Iroel?”
“Sí”, respondieron los dos al unísinono.
Tras unos minutos más de alabanzas a “la labor” de zapa que hace este puesto a dedo en la FAMCA, acabó la reunión.
De los achaques y dolencias con que entró Iroel Sánchez al Ministerio de Cultura ese día, así como de la cara de culo que puso al salir de la reunión, y de lo pálido que salió el deca anito, disciplinadito como un cordero, no vale la pena decir más.
Al Decano de la FAMCA y a Iroel Sánchez le quedó claro no, ¡clarísimo!, que contra el Chef Farándula no se escribe. ¡Ni jugando en Facebook!