Alie Bringas, la madre de un balsero cubano deportado desde Estados Unidos, contó lo que vivió su hijo de regreso a la Isla-Cárcel.
“Psicológicamente él no está bien, ha llorado mucho, lo siente mucho”, dijo la mujer, horas después de que el avión aterrizara en La Habana.
Cubanos por el Mundo reseñó la breve historia de Emir Rodríguez Bringas, de 19 años, uno de los 66 cubanos deportados el pasado miércoles.
Emir salió de Cuba en una embarcación rústica, huyendo de la miseria, la represión, y también del Servicio Militar Obligatorio.
Estuvo detenido en el Centro de Detención de Krome, en Miami, Florida, y desde allí rogó por no ser regresado a Cuba, pero fue en vano.
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El periodista Alexis Boentes conversó con él y su madre. Según el relato, apenas llegar al aeropuerto, los deportados fueron sometidos a un interrogatorio.
Agentes del régimen castrista preguntaron a Emir si alguien les habría pagado en Estados Unidos para decir algo en contra de la dictadura.
Cubano deportado podría enfrentar el Servicio Militar Obligatorio
“Los montaron en un ómnibus y les dijeron que los iban a llevar a sus provincias. Pero entonces no fue así. Les dijeron: bájense aquí, y váyanse por sus medios, porque nosotros no tenemos combustible para llevarlos hasta sus provincias”
Así dijo Alie Bringas, visiblemente emocionada, tras abrazar a su hijo, uno de los antillanos que han deportado en el segundo vuelo desde EUA.
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Con 19 años, y tras sus declaraciones a medios hispanos de la Florida sobre la amenaza del Servicio Militar Obligatorio, su pesadilla comienza a hacerse realidad.
Emir enfrentó un proceso cargado de irregularidades en las cortes de Miami, donde se le negó un abogado y se trastocó su testimonio delante de un juez.
“Nosotros pedimos ayuda a los congresistas, abogados, a todos los cubanos que nos ayuden, que pongan sus fuerzas y esperanzas para que tengamos libertad. Tenemos mucho miedo”, habría dicho el balserito cubano.
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La administración demócrata de “puertas abiertas” ha dejado entrar a suelo norteamericano a muchos cubanos que huyen de aquel régimen totalitario.
Varios de ellos, como el balsero Emir, han suplicado porque no los devuelvan, pero ese clamor no es escuchado.
Mientras esto ocurre, los represores, artistas, agentes infiltrados, hijos y parientes de militares y verdugos de la tiranía se pasean por tierras de libertad, y se burlan así de los exiliados, víctimas de aquel régimen de oprobio.
Redacción Cubanos por el Mundo
