Los dueños de la famosa promotora de eventos Miami Vice, Angel Sanchez y Raciel Reyes, rompieron el silencio sobre la cancelación de la presentación de la cantante cubana Dianelys Alfonso Cartaya, conocida como La Diosa de Cuba, en el evento Pool Party del conductor Enrique Santos, celebrado en el lujoso Hard Rock Hotel de Miami. La controversia se ha tornado más intensa tras las declaraciones recientes de los propietarios de Miami Vice y la respuesta de la cantante.
En una entrevista con el popular programa de redes sociales, El Bafletazo, realizada apenas dos semanas antes de que se hiciera público que la cantante no sería bienvenida en el evento, los dueños de Miami Vice enfatizaron la importancia que le dan al tipo de persona y manera de vestir de los asistentes a sus eventos.
La cancelación de la presentación de La Diosa se conoció cuando la cantante misma compartió la noticia con sus seguidores a través de un emotivo Instagram Live. Aseguró que los promotores de Miami Vice habían impedido que ella cantara en el Pool Party de Enrique Santos, aunque no reveló los motivos de esta decisión.
Sin embargo, los propietarios de Miami Vice hablaron sobre la situación en una reciente entrevista con el influencer Molusco. Aseguraron que la cancelación de la presentación de La Diosa fue “totalmente un malentendido”.
Explicaron que respetan mucho a Enrique Santos y que la música y la imagen de La Diosa simplemente no encajan en el concepto de lo que han estado trabajando y construyendo durante años. Aseguraron que no tienen nada en contra de la cantante, pero su música y lo que ella representa no se alinea con el mensaje y tipo de música que promueven en sus eventos.
“La Diosa nos haría daño porque nuestra clientela no consume ese tipo de música, no porque ella sea mala, es que lo que ella canta no es ni el mensaje ni el tipo de música que trabajamos”, explicó uno de los dueños de Miami Vice. A pesar de la cancelación, ofrecieron una mesa y champán a la cantante si todavía quería asistir al evento, pero reiteraron que no se le permitiría cantar.
La Diosa respondió a estas declaraciones en sus redes sociales, acusando a los dueños de Miami Vice de continuar humillándola a ella y a su público. “Y ustedes siguen humillando a mi público y a mí? Yo pensé que esto había acabado veo que andan por Molusco y hablando de demandarme. Aquí la única afectada he sido yo, señoritos”, comentó la cantante junto a un fragmento de la entrevista.
Este incidente ha generado un importante debate en las redes sociales y entre la comunidad cubana de Miami, donde tanto Miami Vice como La Diosa tienen una presencia significativa, pero a la par de todo esto hay varios puntos que es necesario precisar.
Primero que todo hay que señalar el hecho de que estos “influencers” acuden a supuestos “periodistas” que ni en el caso de Molusco, ni en el del Bafletazo, lo son, y por tanto la objetividad periodística que, en un caso de estos debe primar, no existe por completo. Ni El Bafletazo, ni Molusco, le han dado voz a La Diosa, por tanto, como se diría en buen cubano, esta historia si no está mal contada, es unilateral.
Todavía El Bafletazo al menos intentó aproximarse a la raíz de todo este asunto. La “entrevista” del influencer Molusco, sencillamente es una verdadera vergüenza.
Esta legimitización de las cosas que hacen estos “influencers” y el impacto que puede causar en quienes le escuchan y ven, puede generar un estado de ánimo diferente al de la esencia del problema en sí, debido a la nula preparación del entrevistador. Como consecuencia se pierde el enfoque que debe primar sobre el verdadero problema.
Aquí el problema, Molusco, Bafletazo, no es que le hayan cancelado el concierto a la Diosa ni el por qué, porque razones puede haber muchas y estos chicos – ya hablaré de ellos – pueden esgrimir cualquiera.
ver video de El Bafletazo aquí
El problema que subyace en esta historia mal contada es la degradación en argumentos a la que estos “influencers” llegan con tal de justificar esa cancelación.
El mensaje divulgado por Dennis Machete en sus redes sociales es claro: los chicos de Miami Vice arremetieron contra los cubanos, a quienes consideran de un nivel inferior en la escala social. Los llegan a llamar “chulos y prostitutas”, por si fuera poco, y dicen que “no los quieren”.
Y de esto, nada dijo Molusco – ¡penoso! – ni el otro chico de El Bafletazo.
El modo en que se defienden en la entrevista de El Bafletazo, interrumpiéndose los unos a los otros, como gallinas en un gallinero; el modo en que uno de ellos grita y pide a no se sabe quién, pero que luce como esclava doméstica, que le traiga una bebida; el modo en que se refieren a la vestimenta como objeto cualificador de la prestancia de un asistente a sus eventos, demuestra más que nada el elitismo por el cual – es evidente – rechazaron a la Diosa. Denota misoginia, machismo, con rasgos de cierta clase o clasismo, pues el rechazo en el que por momentos elude a los demás – incluso a sus propios coterráneos – es notorio.
Los desvergonzados e inútiles argumentos, llevados de la mano por entrevistadores sin preparación para enfrentar un hecho de esta índole desde la profesionalidad que una investigación exhasutiva requiere, es una muestra significativa del daño que le causan a la imagen de una mujer, artista, sí, pero primero mujer, sin que ellos se den cuenta.
Muy mal por El Bafletazo y por Molusco, con este intento de lavarle la cara a los chicos de Miami Vice. Pésimo, diríamos. Deberían repensarse esta “misión” de wash face. Fue un desastre.
