La esposa y madre cubana, Amelia Calzadilla, hizo el jueves una transmisión en la que abordó temas profundos en la isla, como la falta de un líder.
En su transmisión desde el Paseo del Prado en La Habana, Calzadilla hizo un llamado para no confundir el régimen, el partido y la patria, ya que considera que cada uno de nosotros, con nuestras diferencias, capacidades y dificultades, conformamos la patria.
Además, Amelia Calzadilla destacó que en Cuba no se necesita un líder, sino una gran indignación ante la situación actual. Recordó la protesta del 11 de julio hace dos años, cuando las personas salieron a las calles porque habían perdido la esperanza y la confianza en el sistema para resolver sus problemas.
Amelia expresó su preocupación por los presos que siguen separados de sus familias y destacó la importancia de unirse para exigir su libertad y su regreso. También habló sobre la necesidad de reconstruir Cuba, llenarla de ambiciones e ilusiones, y luchar por leyes más justas y espacios para la diversidad.
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Ella mencionó los problemas deprimentes que existen en Cuba, como el estado de deterioro de los edificios y la falta de oportunidades. Hizo hincapié en que los cubanos en la isla deben resolver estos problemas por sí mismos y no depender de extranjeros con cargos políticos.
Amelia manifestó su deseo de ver a sus hijos felices en una nación donde no sientan la necesidad de huir, donde puedan expresarse libremente y no teman a la exclusión o la agresión física. Reconoció el miedo que existe en la sociedad cubana y la manipulación que se ha hecho para infundir más temor.
Enfatizó en la importancia de la unidad y mencionó ejemplos históricos de gobiernos tiránicos que fueron derrocados mediante movimientos de obreros, intelectuales, artistas y estudiantes unidos.
Reiteró que la Patria somos todos, con nuestras diferencias y capacidades, y que es necesario detenerse y reflexionar sobre el país que se está heredando a las futuras generaciones.
Amelia señaló la mala gestión administrativa de la dictadura cubana como responsable de los problemas en la isla, no el bloqueo de Estados Unidos. Instó a dejar de lado las divisiones, el ego y las ilusiones ópticas, y a pensar en el país que se está dejando a los hijos.
Por último, mencionó las tácticas de intimidación empleadas por el Estado para silenciar a las personas, y enfatizó en la importancia de no caer en la paranoia y en centrarse en los mensajes constructivos que educan y ayudan, para lograr un cambio cuando no nos ataquemos unos a otros.
Redacción Cubanos por el Mundo
