Para nadie es un secreto que, en la isla comunista, ser médico no garantiza una vida digna ni mucho menos, y así lo demostró una doctora cubana que prefirió desistir de sus labores, ya que no le alcanza para absolutamente nada.
El periodista Alberto Arego, luego de conversar con la hermana de esta doctora cubana, compartió en exclusiva en sus redes sociales el testimonio de la mujer.
El motivo de pedir la baja es que, por mucho que le guste profesión, necesita encontrar algo que realmente sirva como sustento en su casa. Lamentablemente, su trabajo como médico no la ayuda en lo absoluto.
“Se me hace un nudo en la garganta ver como nuestros héroes de batas blancas abandonan lo que aman hacer, salvar vidas, porque su salario no les da ni para comprar un par de zapatos. Eso me dijo mi hermana hoy: ‘pedí la baja de lo que me gusta hacer porque tengo que buscar algo que me ayude a mantener mis niños. Ser médico hoy en día no me da ni para un par de zapatos”, relató la denunciante.
Asimismo, la hermana de la doctora argumenta haber sido testigo de todos los sacrificios que esta hizo durante su etapa como galena. Pese a toda esa disposición, sigue llevando una vida precaria junto a sus seres queridos.
“He sido testigo de muchos sacrificios y muchas pérdidas a lo largo de su carrera. Y me duele ver cómo tantos médicos están hoy en sus casas pintando uñas, vendiendo lo que sea, trabajando en una cafetería, porque el salario no alcanza”.
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En tal sentido, pidió a las autoridades reconsiderar el trabajo que tienen los médicos y aumentarles el salario. “Háganle la vida un poco más fácil a quienes dejan hijos y familiares enfermos para ir a un hospital y salvar y sanar a los nuestros”, acotó.
Mientras que el régimen castrista grita a los cuatro vientos su mal llamada “potencia médica”, muchos doctores deben padecer la misma miseria que padece la gran mayoría del pueblo, situación que ha llevado a muchos profesionales de la salud a buscar mejores oportunidades en tierras ajenas.
Redacción de Cubanos por el Mundo
