Un periodista de la provincia Pinar del Río fue víctima de robo de su moto Karpaty, hace alrededor de un mes.
El comunicador, vinculado al sector deportivo en medios oficialistas, publicó sendas fotos del ciclomotor, su medio de transporte.
Al parecer se trata de un Karpaty de fabricación rusa, modelo que apareció por primera vez en el año 1981.
Aunque, en una publicación de Facebook, fechada el 5 de julio, donde hace referencia a “mi moto que con tanto sacrificio logré armar”, explicó que tendría “unidad de Susuki”.
Los pillos se la robaron, entre las 12 de la madrugada y las dos de la mañana de aquel día, mientras estaba parqueada frente a la emisora Radio Guamá.
EN VIDEO: Las espeluznantes denuncias sobre la delincuencia y la violencia en Cuba., aquí no hay quien viva
A un mes del robo, el reportero agradeció a los “compañeros del Minint” por encontrarla y dijo que “las fuerzas del Ministerio del Interior en Pinar del Río le devuelven las esperanzas a mi familia.”
“Apareció mi moto y no puedo sentirme mejor. A nombre de toda mi familia agradezco al pueblo que gracias a su ayuda para con los compañeros del Minint con detalles precisos y su actuar profesional lograron el resultado esperado.”
Periodista no solo agradece que le devolvieran su Karpaty, también aplaude a los que reprimen al pueblo y son incapaces de frenar la delincuencia galopante en la Isla
Su post de Facebook fue aprovechado por ciberclarias, plataformas y perfiles vinculados a la Seguridad del Estado para aplaudir a los “héroes de azul”.
“Gracias a todos por su preocupación, buenos deseos, reitero mi eterno agradecimiento a los efectivos del Ministerio y su labor profesional, la preocupación, el acompañamiento y la seguridad desde el primer día que iban a dar con ellos.”
Por estos días proliferan las cuentas y usuarios oficialistas para elogiar el “buen” trabajo de los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
Esto es un lavado de cara a los mismos que reprimen al pueblo en manifestaciones, a los mismos uniformados que maltratan, apalean y hostigan a todo aquel que piense o se manifieste en contra del régimen.
Y entonces, Osbel Benítez Polo, que es como se llama el dueño de la Karpaty-Susuki, se convierte en rendidor de los esbirros que le devolvieron su motocicleta y que solo cumplían con su trabajo.
Él sabe que muchísimos cubanos no corren igual suerte y, lejos de agradecer, están indignados, agobiados y desesperanzados por el pésimo trabajo policial, por la ola de delincuencia existente en Cuba, por los crímenes, femicidios y asaltos a diario.
“Hoy es un día feliz, próximamente podré andar de nuevo en el equipo y aunque le quitaron las insignias de Pinar del Río serán puestas, ellas están tatuadas en el corazón de esa moto que no sabe de otro color que el verde de la esperanza. Gracias nuevamente”, concluye el post ceremonioso y adulador de Benítez Polo.
Redacción Cubanos por el Mundo
