Diana Nyad, la mujer que a los 64 años se convirtió en la primera persona en completar un nado de 110 millas desde Cuba hasta Florida sin una jaula para tiburones en su quinto intento, habló en una reciente entrevista sobre lo que significó para ella completar la travesía de La Habana a Cayo Hueso.
En una entrevista que para nada constituye una reverencia al régimen cubano, Diana explicó por qué – como ella dijo -, esa travesía se le había convertido en un todo un reto para ella.
“Cuba era como el Santo Grial para mí”, dijo la nadadora estadounidense haciendo referencia a lo difícil que había sido para ella lograr lo que ningún otro nadador en el mundo había logrado con anterioridad.
Desde muy joven, a Diana se le presentó la idea de nadar a Cuba cuando la dictadura Cubana provocó una afluencia de cubanos a su ciudad natal. Esto alimentó un sueño de toda la vida. Intensificando aún más este destino fue la revelación de que su apellido, ‘Nayed’, significa ‘campeona de natación’ en griego.
A lo largo de los años, Diana Nyad hizo múltiples intentos de nadar en Cuba, enfrentándose a varios desafíos, incluidas las solicitudes de visa fallidas. Después de un lapso de aproximadamente 35 años después de su intento de 1978, comenzó a entrenar nuevamente, manteniendo sus preparativos en secreto hasta que confió en su capacidad para emprender el nado desalentador nuevamente.
Diana, además de ser una atleta excepcional, también es una inspiración que demuestra el poder de la resiliencia humana.
Diana Nyad habló sobre su trauma infantil de abuso sexual por parte de su entrenador de natación, influyendo y cambiando la vida de innumerables mujeres al compartir su historia.
El viaje de Diana se adaptará a una película de Netflix protagonizada por Annette Benning como Diana y Jody Foster como su entrenadora, Bonnie Stoll. Sin embargo, el estreno puede verse afectado por la huelga de SAG-AFTRA contra la Alianza de Productores de Cine y Televisión.
La vida multifacética de Diana incluye su tiempo como tenista competitiva, una historia de saltar desde una ventana de cuatro pisos durante sus años problemáticos después de escapar de su entrenador abusivo, y su eventual inmersión en el maratón de natación después de la universidad en Nueva York. Su viaje desde el trauma ha sido complejo, pero le da crédito a la natación por darle consuelo.
Su origen familiar diverso, con un padre encantador pero engañoso y una madre honesta y dócil, también jugó un papel importante en su resistencia y valor.
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Redacción Cubanos por el Mundo
