Cada 8 de septiembre los Cubanos por el Mundo veneramos a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de nuestra afligida Patria.
No importa si estamos en Quebec, en Asunción o en Valencia, siempre tenemos un rinconcito con un altar de la Madre.
Entre las oraciones más rezadas hoy día está La Salve que, en uno de sus fragmentos, dice:
“A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.”
Y es precisamente ese destierro el que pesa y duele en lo más hondo. Lo sufrieron José Martí, Guillermo Cabrera Infante, Celia Cruz o Reynaldo Arenas.
Lo sufren hoy día, un pastor como Alain Toledano, los hermanos Ruiz Urquiola o la activista Anamely Ramos, integrante del Movimiento San Isidro, y muchos, muchos más de una extensa lista.
Inauguran en Miami el “Celia Cruz para siempre”, en homenaje a La Guarachera de Cuba https://t.co/WhafLvuUSU
— Cubanos por el Mundo (@Cubanoselmundo) July 27, 2023
La tiranía castrista tiene incluso en su Ley de Migración, un apartado que contempla impedir la entrada a cualquier ciudadano catalogado como “indeseable”.
Estas personas, a los ojos de la obesocracia castrocanelista, tienen el nombre de “desertores”, y deben pasar varios años para poder ingresar al territorio nacional. Algunos jamás lo consiguen.
Todos conocemos la emigración forzada de 75 presos políticos de la llamada Primavera Negra, otro caso de destierro a quienes solo se opusieron al régimen opresor.
El Artículo 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, consigna que “nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado”, pero ya sabemos que en Cuba este y otros derechos son constantemente pisoteados.
Mientras lees este manojo de letras, millones de Cubanos por el Mundo se encomiendan a la Caridad del Cobre y le piden regresar a ver a los suyos, pero en una Cuba libre.
Este 8 de septiembre, probablemente mañana y el resto de los días del almanaque, hay muchas madres que anhelan abrazar a su hijo, un hijo que puede ser un médico que escapó de una misión esclava, un artista o un talentoso deportista que se cansó de tanta abuso y represión.
No importa si estás en Milán, en Kentucky, en Manzanillo o en Quito sufriendo el dolor de la separación y nostalgia, el dolor del destierro y la impotencia que te causa la dictadura más longeva de América Latina.
No importa, porque la Virgen Mambisa siempre escucha tu plegaria.
Redacción Cubanos por el Mundo