La presa política Angélica Garrido, secuestrada por el régimen castrista luego de las protestas del 11J de 2021, regresó a la cárcel luego de permanecer con su familia gracias a un pase de cinco días.
Es importante recordar que, además de Angélica, su hermana, María Cristina, también está detenida por el régimen castrista. Ambas mujeres han tenido que lidiar con situaciones dolorosas dentro de la cárcel, como el hecho de conocer varias pérdidas de familiares, incluidos madre y padre.
“La entregué a sus verdugos, como quien arranca y lanza al suelo una flor, como quien rechaza un regalo. Me dio un beso y se alejó serena, sonriente. Parecía que se entregaba al mar, o que le ofrecía a la Patria en sacrificio toda su Dignidad”, escribió su esposo, Luis Rodríguez, en redes sociales.
En el caso de Angélica, fue sentenciada a tres años de privación de libertad por la dictadura, mientras que María Cristina recibió una condena de siete años.
Además de la mencionada pérdida de familiares, el estado de salud de la presa política también ha sido un tema preocupante para sus seres queridos, sufriendo incluso una parálisis facial en el 2022 debido al estrés provocado por el hostigamiento dentro de la prisión.
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Tuvieron que pasar más de dos años para que Garrido pisara nuevamente la calle, aunque se trate de un simple pase por escasos días.
“Esta pequeña libertad era, entre otras cosas, una especie de termómetro que les serviría para valorar la multiplicación de esa experiencia en otros presos, y hasta de su libertad condicional”, acotó Rodríguez.
Luego de las protestas del 11J, fueron muchas las mujeres que terminaron bajo las garras de la dictadura solamente por libertad para su país, para su familia y amigos y, sobre todo, para sus hijos.
Redacción de Cubanos por el Mundo
