El aparato de injusticia del régimen castrista está pidiendo hasta 15 años de cárcel para Jorge Luis Boada Valdés, joven preso político cubano que pintó carteles contra el puesto a dedo, Miguel Díaz-Canel.
Es importante recordar que Boada Valdés lleva un año y medio secuestrado por la dictadura, y a pesar de eso, todavía no tiene ni siquiera una fecha de juicio.
“No tenemos fecha de juicio, pero dice la abogada a cargo de la defensa de mi hijo que la vista oral debe ser este mes o el siguiente. Creemos que esta petición fiscal es excesiva, pero la Fiscalía aduce que no solo lo acusan por lo que escribió contra Díaz-Canel, sino porque él convocaba a hacer protestas a través de sus redes sociales”, dijo a Diario De Cuba el padre del preso político.
Asimismo, la familia del joven cubano afirma que el régimen lo acusa por el falso delito de propaganda enemiga, uno que, según el Código Penal, tiene una pena de 10 años de cárcel. En pocas palabras, violan sus propias leyes.
Actualmente, Boada Valdés está recluido en el penal de Valle Grande, luego de haber pasado los primeros meses de su encarcelamiento en el cuartel general de la Seguridad del Estado, Villa Marista.
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Justamente en Villa Marista fue víctima de maltratos y torturas por escribir frases en contra del régimen dentro del recinto.
Jorge Luis Boada Valdés es uno de los tantos individuos en Cuba que está encerrad sin haber cometido ningún delito, únicamente por expresar su descontento por la amarga situación que atraviesa el país.
Mientras tanto, cientos de verdaderos delincuentes se pasean a sus anchas por las calles de la isla, cometiendo sus fechorías sin ser perseguidos por absolutamente nadie.
Redacción de Cubanos por el Mundo
