Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos mantiene retenidos a cientos de migrantes sin refugio cerca de Jacumba Hot Springs, entre los que se encuentran un grupo de al menos, seis cubanos. La situación es más que dramática, pues el lugar donde se encuentran los cubanos – y otros inmigrantes – está enclavado en pleno desierto.
El videoperiodista Matthew Bowler cubrió la exclusiva para KBPS, y dijo que “los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos están conduciendo a grupos de migrantes a 70 millas al este de San Diego para esperar a que se procesen sus solicitudes de asilo en un camino de tierra en el desierto cerca de Jacumba Hot Springs”.
La información llegó al videoperiodista gracias al grupo de ayuda mutua Border Kindness.
Victoria Vázquez, líder de la ruta de entrega de agua de Border Kindness, dijo que donde los inmigrantes se encuentran “no hay absolutamente nada”, y tampoco nadie que les ayude.
El grupo dirigido por ella ha estado proporcionando comida, agua y ropa a los inmigrantes desde el sábado por la mañana.
“Hemos traído, quiero decir, mil sándwiches, mil botellas de agua”, dijo.
Además de los inmigrantes kurdos, hay solicitantes de asilo chinos, cubanos, colombianos, brasileños y rusos que esperan en el desierto durante días, bajo temperaturas que, según Vázquez rondan los 90 grados por el día, y bajan a los 50 grados (Farenheit) durante la noche.
La joven afirma que los guardias migratorios están practicamente abandonados, y hasta debieron construirse su propio refugio, con los escasos árboles que hay en la zona.
“Mucha gente está varada aquí durante días; hemos tenido gente aquí desde el domingo”, dijo Vázquez.
“Así que es una situación terrible cuando se trata de personas arrojadas en medio del desierto y dejadas solas, varadas y sin otra ayuda que la gente normal”, señaló.
Un migrante brasileño, Adrián García Fejeda, dijo que esperaba encontrarse con su esposa en Nueva York y encontrar trabajo; mientras que seis inmigrantes cubanos, ubicados la sombra y secándose el sudor provocado por las altas temperaturas en el desierto, dijeron que tan solo quieren ir a Chicago.
Durante el proceso de la entrevista, dijo Bowler, un oficial de CBP recogió en horas del mediodía a una docena de inmigrantes, entre ellos mujeres y niños que dijeron que habían estado esperando durante aproximadamente un día en el lugar.
Seis hombres que habían estado allí desde el domingo, también fueron llamados.