Los residentes del barrio del Raval en Barcelona enfrentan una angustiosa realidad a causa de un apartamento ocupado ilegalmente que se ha transformado en un epicentro de actividades de narcotráfico. Los habitantes del inmueble situado en la calle Valdonzella 56 han expuesto su alarmante circunstancia, lidiando cotidianamente con el desorden instaurado por narcotraficantes de diversas procedencias, incluyendo dominicanos, cubanos, marroquíes y españoles, señala Metropolitana Abierta.
Este conflicto surgió hace cerca de tres meses cuando los narcotraficantes optaron por tomar el entresuelo del edificio para instaurar un punto de distribución de estupefacientes. Los vecinos, en su mayoría filipinos, han denunciado no solo la comercialización de drogas, sino también el ruido persistente, amenazas y un creciente clima de inseguridad. A pesar de las denuncias realizadas a los Mossos d’Esquadra, todavía no se ha expedido una orden judicial para el desalojo del inmueble.
Agotados por esta situación, los residentes optaron por manifestarse diariamente a las 21:00 horas frente al edificio como método de presión para que los ocupantes ilegales desalojen el lugar. No obstante, han suspendido las concentraciones por consejo policial para no obstaculizar la investigación.
Los vecinos han sido blanco de amenazas y agresiones, incluyendo el lanzamiento de objetos de cristal. Además, han notado un constante flujo de personas entrando y saliendo del edificio, lo que intensifica la sospecha de la presencia de menores entre los consumidores de drogas. Los residentes, que también incluyen a niños, se ven forzados a coexistir con esta peligrosa situación, enfrentando daños a la propiedad y asumiendo los costos de reparación.
La problemática del narcotráfico en Barcelona ha impulsado la creación de una unidad especializada de los Mossos d’Esquadra en narcopisos, especialmente en el distrito de Ciutat Vella. A pesar de los esfuerzos, los vecinos sienten que las autoridades no están actuando con la suficiente celeridad y eficacia para erradicar el problema, y temen enfrentarse a los ocupantes ilegales, quienes actúan con total impunidad.
Los residentes del edificio en la calle Valdonzella 56 claman por una resolución inmediata a este infierno, esperando que las autoridades actúen de manera eficaz y resuelvan la situación, permitiéndoles recuperar la paz y seguridad en sus propios hogares.
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