El pasado jueves, un adolescente cubano de 13 años apuñaló a su madre hasta quitarle la vida en su apartamento de Hialeah, en Miami.
El joven, identificado como Derek Rosa, confesó su asesinato al llamar al 911 y decir que “acababa de asesinar a su madre”, sin más. Dicha información fue confirmada por el teniente Eddie Rodríguez, portavoz del Departamento de Policía de Hialeah.
La prensa local añade que cuando los agentes llegaron al lugar, hallaron el cuerpo de Irina García, de 39 años, con varias heridas de arma blanca en el cuello.
La víctima yacía en el suelo de su habitación, junto a una cuna donde dormía un bebé de solo 14 días al que afortunadamente no le sucedió nada.
“Dentro de esa cuna, un bebé de 14 días que gracias a Dios no resultó herido”, declaró Rodríguez.
Se conoció que el adolescente era un estudiante destacado en iMater Charter Middle/High School y no tenía historial de problemas psiquiátricos.
Tras el horrendo crimen, Derek fue trasladado al centro de detención juvenil y posteriormente al Hospital Jackson Memorial luego de un intento de autolesionarse.
“Ahora que el niño de 13 años ha sido detenido, enfrenta cargos muy graves”, agregó el oficial ante los medios de comunicación.
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El juez del condado le impuso una detención segura por 21 días y lo acusó de asesinato en segundo grado, por lo que su sentencia será divulgada en los próximos días.
En cuanto al bebé, fue entregado a su abuela materna. El marido de Irina y padrastro de Derek es un camionero que estaba fuera del estado cuando ocurrió el crimen.
La policía aún desconoce el motivo que llevó al joven a cometer el atroz asesinato, por lo que se mantienen las averiguaciones correspondientes.
Redacción de Cubanos por el Mundo
