El sábado pasado, en la Isla de la Juventud, la presa política del 11J, Lizandra Góngora, sufrió una agresión dentro de la cárcel después de que le negaran el derecho a llamar por teléfono a sus hijos.
Así lo denunció a Martí Noticias su esposo, Ángel Delgado, quien recibió una llamada de otra reclusa que le informó de lo ocurrido.
Es importante recordar que la presa política, madre de cinco hijos menores de edad, fue condenada a 14 años de cárcel por participar en las manifestaciones contra el régimen castrista el pasado el 11 de julio de 2021 en Güira de Melena, Artemisa.
Según Delgado, su esposa tiene asignada una comunicación telefónica con su familia cada sábado a las 10:30 de la mañana, pero ese día la oficial le dijo “Tú hoy no tienes teléfono”, cuando Góngora le preguntó “ven acá, ¿y mi teléfono para cuándo es?”.
“¿Cómo que yo no voy a tener teléfono hoy, si tú me cambiaste a mí del lunes para el sábado para hablar yo con mis hijos?”, habría sido el reclamo de la presa política en ese entonces.
“Viró para atrás, con otra presa, la ‘manoteó’ y entonces, la otra presa le fue arriba, las dos le fueron arriba y le dieron golpes a Lizandra”, dijo Delgado al medio citado.
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El hombre acotó que no sabía si su esposa estaba en una celda de aislamiento o en su destacamento, y reveló que Góngora, tras ser agredida, decidió plantarse en el penal.
Lizandra Góngora ha sido víctima de aislamiento, acoso, amenazas desde su secuestro, además de ser alejada de sus hijos, que solo han podido verla una vez desde su detención.
Pese a todo eso, la mujer se ha mantenido firme en sus ideales contra la dictadura que hoy la mantiene en unas mazmorras sin haber cometido ningún delito.
Redacción de Cubanos por el Mundo