La miseria en la isla comunista se hace cada vez más abrumadora, y así lo evidenció un anciano cubano que está cambiando su teléfono fijo… por un cartón de huevos para poder alimentarse.
En una imagen que circula como pólvora en las redes sociales, se aprecia al anciano sentado, justo al lado de un cartel que utilizó para expresar su voluntad de hacer el intercambio.
“Cambio teléfono fijo por cartón de huevos”, se lee exactamente en el pequeño letrero, postrado a un lado del hombre, cuyo rostro refleja el caos y la desdicha que se sufre todos los días en cada rincón de la mayor de las Antillas.

Pero este no es el único caso que ha rodado por las redes sociales últimamente, pues también apareció el que contó el internauta Arnoldo Fernández sobre un padre desesperado que, a altas horas de la noche, le pidió que le vendiera un simple huevo para darle de comer a su hijo.
“Asoma tras la ventana, lágrimas en sus ojos, muchas lágrimas, son más de las 10 de la noche. Bajo el volumen del TV para escucharlo mejor: ‘Véndeme un huevo para mi hijo’. Te lo pago cuando pueda. Corrí a buscarlo. Se lo regalé. Él volvió a su casa con aquellos ojos húmedos. Respiré profundo, imaginé al chico feliz comiendo huevo frito”, relató el hombre.
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Casos como estos realmente se presentan a menudo en las distintas regiones de Cuba, con habitantes que ya no saben cómo hacer para llevar un plato de alimento a las mesas de sus familias, por muy “sencilla” que parezca dicha comida.
En la isla, comer se ha vuelto una labor titánica, al mismo tiempo que las autoridades del régimen castrista presumen por doquier todos los lujos que se dan con su “amor al pueblo”.
Redacción de Cubanos por el Mundo