¡Ah, las ironías de este destino! Mientras muchos cubanos luchan “por respirar” y piden un respiro, ahogados en medio de crisis económicas y políticas, una bacteria cubana, sí originaria de la isla caribeña, podría ser la clave para que los humanos respiremos en Marte. Sí, has leído bien. Mientras en la Tierra algunos buscan un respiro de libertad y mejoras económicas, en el espacio exterior, una bacteria cubana podría ser la solución para colonizar el planeta rojo.
La NASA ha estado trabajando en el experimento MOXIE para producir oxígeno a partir del abundante dióxido de carbono en la atmósfera marciana. Pero, ¿quién necesita la alta tecnología de la NASA cuando tienes a la humilde Chroococcidiopsis cubana? Esta bacteria, aislada de una piscina seca en Cuba, es fotosintética, lo que significa que consume dióxido de carbono y produce oxígeno. Y no lo duden que, luego de que en el Consejo de Estado lean esta noticia porque, Cubanos por el Mundo es una de las páginas monitoreadas, a Marrero y compañía se les ocurra incorporar a la Chroococcidiopsis cubana en la lista de “productos para la exportación”, y hasta ¡nadie lo dude!, en un futuro lejano podría suplantar al ron y el tabaco.
Según un estudio publicado en la revista Microbiology Spectrum citado por Wired, esta bacteria tiene una “extraordinaria capacidad” para sobrevivir en ambientes extremos, como aquellos con alta sequedad o con niveles elevados de exposición a radiaciones UV. Simone Krings, uno de los autores del estudio, sugiere que estos microorganismos podrían ser candidatos potenciales para la colonización de Marte. ¿Quién lo diría? De las playas tropicales de Cuba a las áridas llanuras de Marte.
La idea es utilizar esta bacteria en un “biorrecubrimiento”, esencialmente una especie de pintura, que podría ser útil en estaciones espaciales. La producción de oxígeno, así como la captura de dióxido de carbono, parece ser constante. Así que, mientras en Cuba algunos buscan cómo sobrevivir al día a día, su bacteria nativa podría estar ayudando a la humanidad a sobrevivir en otro planeta algún día, cuando ya sea insoportable vivir aquí abajo.
Y mientras en Cuba muchos gritan “aquí no hay quien viva” y emprenden en masa el camino de la emigración como un lamento común, en el espacio exterior, una bacteria cubana podría estar gritando: “¡Aquí sí se puede respirar!”. Espero que la NASA tenga en consideración este aporte a la ciencia y nos permita a nosotros, irnos primero. ¡Es justo!
Es curioso cómo la vida, o en este caso, una bacteria, tiene maneras de sorprendernos.
¡Salud, Chroococcidiopsis cubana! ¡Quién sabe, si algún día estemos tomándonos en el primer bar en Marte un mojito con un toque marciano gracias a ti!