Regla Torres Herrera, una leyenda del voleibol cubano y mundial, recientemente expresó su frustración y enojo con la situación actual del voleibol femenino en Cuba, criticando duramente a los dirigentes y a la gestión del deporte en la isla.
En una declaración pública, Torres, conocida por su franqueza y pasión, manifestó su descontento con las decisiones y la dirección que ha tomado el voleibol femenino en Cuba, un deporte en el que ella misma brilló y dejó un legado imborrable.
Torres, quien ha trabajado durante 15 años en la Escuela Nacional de Voleibol de Cuba, expresó su desilusión al ver cómo el deporte que ama “agoniza desde adentro” debido a “equivocaciones, malas decisiones, capricho, orgullo, mediocridades e incapacidad”. Su crítica no se limitó a señalar la falta de compromiso y disciplina, sino que también apuntó a la “infladera, la mentira y los satélites” que, según ella, han contribuido al deterioro del voleibol femenino en el país.
TE PUEDE INTERESAR: Murió la exvoleibolista cubana Raisa O’Farrill, bicampeona olímpica
La ex voleibolista, tres veces campeona olímpica y mundial, destacó la falta de respeto y consideración hacia las ex jugadoras, quienes, a pesar de su experiencia y conocimientos, no han sido tomadas en cuenta por los dirigentes del deporte. Según Torres, esta falta de inclusión y diálogo ha llevado a muchas ex jugadoras a alejarse del deporte, sintiéndose maltratadas y desvalorizadas.

Además, Torres reveló su decisión de no participar en los Juegos Panamericanos y de no trabajar más con el equipo nacional, una decisión que tomó tras los torneos en República Dominicana y Canadá. Criticó la difusión de falsedades sobre su ausencia en los juegos y enfatizó su compromiso con la verdad y la transparencia.
Regla Torres también se refirió a su rol en la formación de nuevas generaciones, destacando la importancia de la ética profesional y la disciplina. Sin embargo, expresó su negativa a continuar en un papel que considera limitado y poco respetuoso con su trayectoria y aportes al deporte.
En su emotiva declaración, Torres no solo expresó su enojo y vergüenza, sino también su amor y pasión por el voleibol. Recordó los sacrificios, las lesiones, las lágrimas y la dedicación que caracterizaron su carrera y la de sus compañeras, subrayando la importancia de esos valores en el deporte. Su mensaje final fue claro y contundente: está “muy cabrona y avergonzada”, y exige respeto y consideración hacia su persona y hacia el legado del voleibol femenino cubano.
No es la primera atleta y leyenda deportiva cubana que se queja de malos tratos, olvidos y mediocridades por parte de dirigentes cubanos que, en su inmensa mayoría, si acaso destacaron en algún deporte en su vida, alguna vez, fue en la quimbumbia.
LEE TAMBIÉN: Crean en Texas un sandwich inspirado en el pelotero cubano Adolis García
Redacción Cubanos por el Mundo