Una foto de Omar Linares junto al tirano Fidel Castro Ruz se comercializa en eBay, plataforma especializada en comercio electrónico y subastas en línea.
La instantánea muestra al dictador vestido con su tradicional uniforme verde olivo, conversando con el beisbolista, uno de los más destacados de la Isla.
Por estos días el nombre de Omar Linares ha regresado a los cintillos periodísticos en medios independientes, luego de aterrizar en Miami, la cuna del exilio.
El Niño Linares, como se le apodó en su momento, posó para la foto en una agencia dedicada a la venta de autos, probablemente una publicidad a dicha empresa.
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Respecto a la foto, fue hecha en Matanzas, al occidente de Cuba, por Adalberto Roque para la Agencia Francesa de Prensa (AFP), según consigna la web de Getty Images.
Castro, como fue y es usual en un país estalinista donde reina el culto a la personalidad, recibió una medalla de oro en presencia de Omar Linares.
El otrora estelar tercera base era en aquel entonces el capitán del equipo Cuba y jugador del equipo cubano. La foto, añade la descripción, fue hecha el 3 de agosto de 1999.
En eBay tiene un precio de 89.99 dólares, mientras en Getty Images ronda los 500 dólares, aunque se puede adquirir en formato pequeño a un costo de 175.00 dólares.
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Embed from Getty ImagesMás allá de precios y costes, estas imágenes son una evidencia de la cercanía que tuvo Omar Linares con el castrismo y en particular con el extinto dictador, responsable de la miseria y la desgracia de la Isla.
Linares se negó a jugar en las Grandes Ligas, pese a su talento, solo por conformarse con las mijagas del llamado “deporte revolucionario” y de su Coma-Andante.
Periodistas especializados mencionan que hubo quizá posibilidades de jugar con equipos como Expos y Azulejos en los años noventa, pero esto jamás se concretó.
El influencer Alexander Otaola tras conocer de su presencia en la cuna del exilio lo llamó descarado, comunista, arrastrado y otros adjetivos que probablemente merezca el oriundo de San Juan y Martínez.
“No, porque es una gloria deportiva. No, no, no. Es un cómplice. Si yo fuera el dueño del dealer, yo no permito que un tipo como este se tome fotos en mi negocio, pero es que estamos acostumbrados. Se ha normalizado todo de una manera tan descarada que no hacen lo que tienen que hacer”, lamentó Otaola.
Redacción Cubanos por el Mundo