La marisquería Laurent, ubicada Varadero, fue fuente de indignación en las redes sociales al conocerse los altísimos precios de sus platos y bebidas, divulgados por una cubana a la que no quedó de otra que pagar una suma absurda.
Fue la internauta identificada como “Elba Surita” la que publicó una fotografía de la factura en su cuenta de Facebook, misma que expone los 41,000 pesos de la cuenta, sin especificar la cantidad de personas que participaron en la comida.
“Para quienes desconocen los precios de la nueva marisquería de la calle 30 en Varadero, propiedad de un pariente de Marrero, para que se actualicen”, escribió la cubana en su publicación.

Según la imagen, la cuenta exacta fue de 41,030 CUP, lo que equivale a más de 200 dólares y que, como todo el mundo sabe, son muy difíciles de conseguir en la isla.
De hecho, solo por el servicio, le cobraron 3,730 pesos, que se sumaron a los 37,300 CUP del consumo, como si el resto ya fuera poco.
Entre los platos y bebidas que se pueden ver en la cuenta, destacan una botella de vino Marqués de Casa Concha de 10 mil pesos, un coctel de camarón de 2,400 pesos, unas anillas de calamar a la romana de 1,800 pesos, un pimiento de piquillo relleno de 2,000 pesos, unas papas fritas de 800 pesos y una ración de arroz blanco de 800 pesos.
También llama la atención el precio de la cola de pota, que cuesta 140 pesos, y el del pan con mantequilla, que vale 700 pesos.
Naturalmente, el tema generó numerosos comentarios de asombro e indignación por los precios abusivos de la marisquería Laurent.
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Muchos usuarios se burlaron del costo del pan con mantequilla, que consideraron exagerado.
“Todavía estoy en shock con el pan con mantequilla. Ese lo hicieron en Francia en una panadería con 5 estrellas Michelin y lo importaron por lo menos”, manifestó uno.
“Dios mío, ¡qué indignante! ¿Qué asalariado de este país puede ir a comerse tan solo un pan con mantequilla en ese lugar? ¡Qué falta de respeto!”, dijo otro con lógica molestia.
Algunos también ironizaron sobre el destino de lo recaudado en la marisquería, que pertenece a un familiar del primer ministro Manuel Marrero, mientras que el resto del país se muere de hambre y debe batallar para conseguir un pan, así sea en malas condiciones.
Redacción de Cubanos por el Mundo