Un esbirro castrista, identificado como Reynel Parra Velázquez, quien ejercía funciones en el preuniversitario Aristides Viera en Cuba y a quien supuestamente le brota el comunismo por los poros, ahora resulta que se presenta como un migrante exitoso en el “capitalismo salvaje” de Estados Unidos, uno que “luchó sus sueños”.
Según el relato ofrecido a Cubanos por el Mundo por alguien que tuvo que pasar por sus garras, este individuo era (o es) un ferviente defensor del legado del dictador mayor, Fidel Castro, y usaba su cargo para manipular y oprimir a los estudiantes, de entre 15 y 18 años, que aspiraban a ingresar a la universidad.
“Este hombre, o intento de ello, ahora se vanagloria de emigrante feliz, que luchó por un sueño. Sin embargo, en Cuba, se dedicaba a mantener una postura extremamente comunista, al punto de ser el predicador supremo del maldito legado fidelista, y de este modo irrumpir en la vida de unos infelices estudiantes de 15 a 18 años”, se lee en el testimonio.
Se conoció, por el mismo denunciante, que Reynel era el responsable de decidir quién era merecedor de una universidad cubana, y que por ello se cometieron muchos abusos e injusticias, y algo que, naturalmente, generaba pánico entre los estudiantes.
“Durante años fue el encargado de decidir quién era merecedor de una universidad cubana y así, se vieron horrores. Niños acosados que fueron silenciados con el temor de no obtener la oportunidad de seguir estudiando, niños que hoy en día no tuvieron oportunidad de estudiar por contrariar con Reynel”.
La fuente agrega que nadie podía llevarle la contraria a este esbirro castrista, o de lo contrario tendría que pagar las consecuencias. “Niños, cómo ya mencioné, eran simplemente niños”, recalca.
Día tras día, se sentía un clima de zozobra dentro de ese centro educativo, donde Reynel parra imponía su “autoridad” con gritos y amenazas.
“El terror invadía cuando caminabas por un pasillo del inmenso centro y de un aula salía Reynel, y si las miradas se cruzaban serías llamado aparte, aunque todos terminarán escuchando los gritos de cualquier reclamo que le viniera en mente”.
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Es este tipo de situaciones el que hace al cubano de bien, al cubano decente, preguntarse: ¿Cómo es posible que una “persona” de esta naturaleza pueda entrar a Estados Unidos como si nada, cuando hay miles de cubanos que buscan la libertad y terminan siendo deportados?
De cualquier forma, Reynel Parra pasa a integrar una lista que ya conforman muchas personas de su calaña que, aunque supuestamente alaban a la dictadura, prefieren disfrutar de las mieles “imperialistas” que tanto critican.
Redacción de Cubanos por el Mundo
