El fracasado Sistema Público de Salud cubano no cuenta con la capacidad ni los recursos para realizar una operación de alta complejidad como lo es un trasplante de hígado, por lo cual las madres que tienen niños con condiciones médicas que requieren de esta cirugía, se sienten abandonadas.
Tal es el caso de la pequeña Ashley Manuela Echaide Mesa de dos años de edad, la cual tiene un diagnóstico de cirrosis hepática y requiere del procedimiento quirúrgico desde que tenía cinco meses, pero había que esperar que cumpliera un año para intervenirla.
Su madre, Yanirys Echaide Mesa, podía ser la donante, por lo que aparentemente lo más difícil estaba cubierto, pero la familia de la pequeña no esperaba que el sistema de salud cubano, el cual asegura el régimen que es una potencia, no tuviera los recursos para salvar a la pequeña y que fuera puesta en una lista de espera.
El Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplante (SCHT) del William Soler realizó hasta 2022, según fuentes oficiales.
En abril de 2023, y luego de casi un año de espera por la cirugía, la joven publicó un video en sus redes sociales suplicando ayuda.
A los pocos días de su publicación, a Yanirys la llamaron del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y le prometieron que en enero de 2024 Ashley sería tratada en un hospital en Madrid, España, con el que estaban ultimando los trámites correspondientes para que varios niños que estaban en la misma situación que su hija pudieran ser trasplantados, lo cual le brindó un poco de tranquilidad a la madre cubana.
Esta promesa obligaba a la madre de la pequeña a realizar por su parte los trámites como pasaportes para que viajaran a España, lo cual requiere de tiempo y dinero.
Lo del viaje a Europa solo era para calmarla y que dejara de publicar en redes sociales su petición de ayuda.
En agosto de 2023 murió un niño, también de Pinar del Río, que estuvo años esperando por un trasplante hepático, bajo la misma promesa de una respuesta en Madrid.
El pequeño Cristian Miguel Bencomo falleció a los tres años y medio en el hospital William Soler, en La Habana y desde que tenía 46 días de nacido la familia estaba informada que necesitaría un trasplante de hígado, pero lamentablemente, este nunca llegó.
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Otro caso es el de la pequeña Amanda Lemus Ortíz, hija de Milagros Ortiz, quien recientemente denunció la situación por la que estaban pasando, mientras espera el trasplante para su hija.
La mujer, a la que le prometieron viajar a Madrid para operar a su niña, publicó una emotiva carta en la que le pidió perdón a su hija por no haberla tenido en un país con capacidad en el sistema de salud.
“Me da vergüenza llamarme cubana, me duele que por una firma no te puedas operar, porque mi país te ha dado la espalda, mi país ya te enterró y tú aún estás viva, luchando como la guerrera que eres. Lucha, mi vida, que aunque seamos pobres lucharemos contigo”, escribió en Facebook.
La mujer comentó que trató de conseguir los insumos médicos por su cuenta, pero del hospital le dijeron que no se los podían recibir.
El caso de Amanda, de dos años de edad, se hizo viral tras la denuncia de la madre, por lo que pocos días después, la Dirección Provincial de Salud de La Habana publicó una nota en la que intentaba explicar el caso, sin ofrecer detalles de las gestiones para salvar la vida de la niña, pero asegurando que a la bebé se le han garantizado los recursos médicos e insumos necesarios para el tratamiento de su patología crónica.
Mientras el régimen busca lavarse la cara, la realidad es que estos pequeños siguen en espera de una trasplante, por lo cual sus vidas penden de un hilo.
Redacción de Cubanos por el Mundo