La cubana Madeleybi Hernández Mesa, residente en la calle 22 entre 23 y 25, #2314F, en el poblado de Torriente, municipio Jaguey Grande, provincia de Matanzas, se encuentra inmersa en un proceso penal desde hace un año y ocho meses acusada de un supuesto delito de estafa, sin que existan pruebas concretas en su contra.
Actuando como intermediaria en un negocio de compra de ropa por encargo a través de Shein, esta joven cubana estableció un grupo de WhatsApp donde publicaba artículos y establecía reglas claras para las transacciones, incluyendo la pérdida de la mitad del dinero en caso de cancelación de pedidos y la no responsabilidad por pérdidas de envíos.
La situación se complicó cuando Thalia de la Caridad Corzo Pedro y su novio Darien Ballesteros Carrillo, junto al padre de este, Julio Ballesteros Pérez, acusaron a Madeleybi de no devolver una suma de dinero que supuestamente habían invertido en compras, a pesar de que Thalia nunca cumplió con el pago acordado. Julio, alterado, exigió la devolución del dinero, llegando a amenazar a Madeleybi frente a su hija de cuatro años, causándole a la niña un impacto psicológico considerable.
Madeleybi enfrentó presiones y amenazas durante el proceso penal, incluida la retención de su pasaporte y carnet de identidad, así como requerimientos injustificados de pruebas grafológicas.
A pesar de las evidencias de su inocencia, registros en su casa negativos, y el respaldo de su abogado, la fiscalía propuso una pena de 12 años de privación de libertad, ignorando las irregularidades procesales y la falta de pruebas sólidas.
Finalmente, fue sentenciada a cinco años de trabajo correccional con internamiento, una decisión que ignora su rol como madre y la ausencia de pruebas reales de estafa.
Madeleybi apela a la justicia, resaltando la violación de sus derechos y el impacto devastador de este proceso en su vida y la de su familia, incluido el deterioro psicológico de su hija.
Solicita atención a su caso, enfatizando la importancia de una justicia imparcial y basada en pruebas concretas, conforme a las leyes.
La joven además tiene como pruebas capturas de pantalla que le envió la prima de Thalia de la Caridad Corzo Pedro, quien se encuentra en Estados Unidos, donde se demuestra que esta mantenía conversaciones con el Jefe de Instrucción de Jagüey Grande, Irumi Rodríguez Ledesma, donde la prima de Thalía le dice a Irumi que todo era una mentira de su prima, pues ella – Madeleybi – nunca la había estado a estafado y que incluso el suegro de Thalía Julio Ballestero Pérez, le pagó a dos
muchas más para que fueran a denunciarla y formaran parte del viciado proceso como testigos.