La policía de Roma, en Italia, informó recientemente que detuvo a 14 migrantes procedentes de nueve países diferentes – entre ellos cubanos – acusados de provocar disturbios en un centro de refugiados, luego de que se encontrara el cadáver de un joven de Guinea.
Entre los arrestados, además de los cubanos, también aparecen personas originarias de Marruecos, Pakistán, Guinea, Chile, Senegal, Túnez, Nigeria y Gambia, todos bajo custodia a la espera de cómo transcurren las investigaciones.
Según la información ofrecida por VOD Media, dichos disturbios se produjeron durante el domingo por la mañana, cuando los migrantes del centro se rebelaron al conocer la muerte de un guineano de 21 años, que al parecer se suicidó por no poder volver a su país con su familia.
En tal sentido, los inmigrantes incendiaron colchones, lanzaron objetos al personal de seguridad y usaron cabinas telefónicas para derribar dos paredes.
Y eso no fue todo, pues un grupo de estas personas atacó los vehículos policiales que estaban fuera del centro y prendió fuego a uno de ellos, mientras que otro entró en una sala donde los agentes guardaban sus pertenencias, las cuales las robaron y destrozaron.
La policía también indicó que los sospechosos rompieron ocho cámaras de video.
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Para controlar la situación, las autoridades de la capital italiana de se vieron en la obligación de usar gases lacrimógenos y enfrentarse a los migrantes hasta la noche, dejando como consecuencia a tres policías lesionados.
Tras lo ocurrido, Riccardo Magi, diputado, visitó las instalaciones y aseguró que las personas retenidas, posiblemente, nunca terminen siendo repatriadas a sus países.
“Estos centros son agujeros negros para los derechos y la humanidad. La mayoría de las personas que están retenidas aquí nunca serán repatriadas”, aseveró el funcionario.
Redacción de Cubanos por el Mundo