Un conductor ebrio que atropelló y mató a un niño en la provincia de Santiago de Cuba, fue sentenciado a solo siete años de prisión, lo que causó indignación entre los familiares de la víctima.
El caso fue expuesto en redes sociales por Saúl Manuel, citando a la madre del menor de edad, una mujer que, naturalmente, se encuentra completamente disgustada y dolida por este nuevo acto de injusticia orquestado por el castrismo.
La mujer, identificada como Dailin Terrero, contó que durante el momento del incidente, el autor del crimen tenía un alto grado de alcohol en la sangre, perdió el control de su vehículo y arrolló al niño Roisbel Betancourt Terrero.
“Aquí las leyes son muy flojas. A mi único bebé lo mató un borracho desgraciado con su carro, me lo arrebató de mis manos y a mí me fracturó la pierna izquierda. Y él es un delincuente de esta sociedad, con miles de antecedentes penales y de tránsito y con muchos delitos más”.
La mujer condenó la impunidad que existe tanto en Santiago de Cuba como en el resto del país, donde los asesinos andan como si nada por las calles.
“La muerte de un niño no le importó nada de nada. Ese singao ahorita está en la calle. Aquí en Cuba a estos asesinos no les hacen nada. Aquí no hay justicia, por eso hay tantos muertos en Cuba. Es duro, muy duro”, dijo Dailin.
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Este caso vuelve a dejar en evidencia que en la isla comunista, los antisociales pueden apagar la vida de los más inocentes y, aun así, saber que la (in)justicia no les aplicará el castigo merecido o, peor aún, en muchos casos, ni siquiera castigo se les aplica.
Mientras tanto, cientos de personas que claman por el fin de la pesadilla, permanecen en las peores cárceles, con muchos años de condena sin haber cometido un solo delito.
Redacción de Cubanos por el Mundo