El gobierno municipal de Hialeah se encuentra ante un desafío creciente: el aumento en el número de inmigrantes que llegan a la ciudad y por este motivo están evaluando pedirle ayuda al gobierno federal en este aspecto.
En este sentido, conscientes de las posibles implicaciones y necesidades asociadas, han puesto en marcha una serie de talleres destinados a comprender la realidad de esta situación y determinar qué tipo de asistencia podría requerirse.
Representantes de iglesias y del sistema escolar participaron en este evento, mostrando su atención a las necesidades de los recién llegados a Hialeah y compartiendo sus perspectivas con los miembros del consejo municipal.
El Pastor Enrique Alfonso, del Ministerio Unidos en el Amor, expresó gratitud y alegría por la reacción de los inmigrantes necesitados que reciben asistencia alimentaria de su iglesia semanalmente. Describió a estos individuos como a veces desesperados, llevando consigo no solo cajas de alimentos, sino también el peso de sus mayores necesidades.
Jacqueline Carrión, directora de Caridades Católicas, resaltó la difícil realidad que enfrentan muchos de estos recién llegados, incluyendo problemas de salud y traumas emocionales. Señaló que muchos atraviesan con dificultad el viaje hacia los Estados Unidos y llegan sin apoyo ni redes de soporte.
En contraste, el Departamento de Bomberos y Rescate informó de un aumento de 4,000 llamadas con respecto al año anterior, una cifra menor de lo esperado por el alcalde.
El alcalde de Hialeah, Esteban Bovo, destacó la posibilidad de que algunas personas no estén solicitando ayuda por miedo, enfatizando que ni los bomberos ni la policía preguntan por el estatus migratorio de las personas que atienden.
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Redacción Cubanos por el Mundo