La monja cubana Nadieska Almeida, habló sobre las protestas que se produjeron en cuba el pasado 17 de marzo y aseguró que ninguna persona que participó fue pagada para lanzarse a las calles.
La religiosa mencionó que, los antillanos a pesar de presentar cientos de obstáculos, buscaron la forma de salir de frente en las manifestaciones.
“Eligieron vivir afrontando y asumiendo cada reto en su caminar por la vida. Vida de Fe, pero también vida en la cotidianidad histórica de su ser. Vida de decisiones, de oscuridad, de silencios y palabras no entendidas. Vida tejida como la nuestra, donde la esperanza se cimenta en la confianza en el Dios que hace camino con nosotros y en nuestra capacidad de responderle a su propuesta de salvación liberadora”, indicó la monja.
Nadieska Almeida mencionó que su “esperanza hace un intento por levantarse”, pues vive en zozobra en espera del restablecimiento de la electricidad, en medio de cansancio físico y psicológico, en especial por la falta de soluciones.
Agregó que sufre al ver a las personas que se esfuerzan por salir diario a trabajar, agotados por la falta de electricidad; además de afectados por la mala alimentación.
En tal sentido, la monja resaltó que las protestas en las calles de Cubano fueron pagadas, pues quienes participaron son personas que están cansadas, que salieron a reclamar sus derechos básicos en medio de la miseria.
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“Cuando hace apenas tres días nuestro pueblo CANSADO de tantas injusticias decidió libre y espontáneamente reclamar sus derechos básicos: comida y corriente eléctrica, para después sumar un grito más profundo, el de libertad; este pueblo es apresado, multado, amordazado, intimidado. Y si no fuera suficiente, tratan de minimizar su valor diciendo que era solo un pequeño grupo de personas. NO, no se puede permitir silenciar al pueblo nuevamente, fue un pueblo en diferentes lugares del país. No fueron personas pagadas por nadie ni incitadas a salir. Incluso con miedo, quienes salieron fueron madres reclamando la comida, el descanso, la alegría para sus hijos. Fueron hijos cansados de ver a sus padres consumirse en la miseria, la delgadez, la violencia. Fueron padres cansados de mendigar, de inventar, de “resolver”, para poner algo sobre las mesas de sus hijos”, añadió.
Para Almeida es injusto decir lo contrario a lo que todos vieron, por lo que exhortó al régimen a dejar de culpar a otros gobiernos sobre lo que ocurre en la isla, por lo que le dijo a la cúpula que asuma su responsabilidad y la incapacidad de sacar adelante un país que sufre por más de seis décadas.
“No debemos ser tratados como personas que no piensan, o peor aún, que siguen creyendo en las mentiras que nos dicen. Tenemos capacidad para darnos cuenta de la decadencia de este sistema y lo estamos pagando con mucho sufrimiento (…) No queremos a nuestros hijos encarcelados injustamente. No queremos más golpes en cada protesta. No queremos más amenazas. No más hambre, no más enfermos sin medicamentos, no más migrantes huyendo de esta isla llevando a la espalda una mochila y un corazón roto. Ya es suficiente. Nuestro grito es legítimo y tiene que escucharse. Queremos VIVIR en nuestra isla porque es nuestra, porque aquí nacimos, porque aquí nos plantó Dios, porque así nos la heredaron nuestros mambises, y porque tenemos el derecho de elegir. Cuba no puede seguir siendo una cárcel con el cielo como techo”, enfatizó.
Finalmente, la monja dijo que ya es suficiente y que los cubanos no quieren seguir viviendo con desesperación y desesperanza, pues tienen ganas de soñar con una Cuba donde se cuente con todo.
“Hoy, como tantas veces, me resisto a perder la esperanza y, porque CREO, me vuelvo a animar, vuelvo a sonreír y le digo a mi buen Dios: aquí nos tienes, bendícenos con el coraje y la parresía de apostar por ti. Tú ERES la esperanza que no defrauda. San José, acompaña nuestros desiertos y ayúdanos a ponernos serena y confiadamente en el camino de la anhelada libertad”, finalizó Nadieska Almeida.
Redacción de Cubanos por el Mundo