Victoria Domínguez Guzmán, la cubana de 100 años que llegó a EE.UU. gracias al parole humanitario, murió este sábado en la ciudad de Norfolk, Nebraska.
Fuentes familiares confirmaron a Cubanos por el Mundo que presentó una complicación pulmonar y no sobrevivió, pese a los esfuerzos del personal médico.
“Le bajó la presión completo y murió. Se nos fue rápido y sin dolor”, dijo Elier Morell, uno de los 13 nietos de la centenaria, que hoy llora su pérdida.
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Victoria llegó tierras de libertad en enero de 2024, con la pesadumbre de haber enterrado a su esposo hacía algunos años y a tres de sus hijos.
“Igual, yo vivo agradecido con Dios y la vida que nos la dejaron por mas de 100 años y se la llevó sin tanto dolor y rápido”, agregó Morell, residente en Tampa.
El rostro de Victoria le dio la vuelta al mundo luego que publicamos una reseña de su arribo a Estados Unidos, rodeada de parientes y esbozando una sonrisa.
Venía del municipio Vertientes, en la provincia de Camagüey, luego de que sus familiares solicitaran un parole humanitario. El 20 de abril se cumplirían tres meses de su llegada.
En su pueblo natal, contrajo matrimonio con el ciudadano español Adolfo Moreira, a quien la dictadura de los hermanos Castro le quitó la finca que tenía en Alto Potrero, una comunidad rural.
Entre sus últimas fotos hay una que fue publicada en la red social Facebook el 13 de febrero de este año, donde “La Gallega” sostiene una botella de cerveza, aunque prefería el café.

También se le ve rodeada de nietos y bisnietos en su nueva casa, una escena familiar que sobrecoge, pues en Vertientes dejó una hija, tres nietas y dos bisnietos, que seguro querrían estar junto a ella.
Este es el drama de la familia cubana, la tristeza del destierro, la muerte y la separación que nos ha impuesto un régimen de oprobio que ya pasa de los 65 años.
“Yo estaba preparado para eso. Yo me fui de balsero y estaba viejita y en Cuba la dictadura no me dio visa hasta después de 8 años. Yo no pensé volverla a ver y gracias a Dios hasta ahorita la tuvimos”, dice Elier Morell.
Muchos, por culpa de la dictadura castrista, están llorando ahora a Victoria, asomados a un display, tan frío como el frío de Nebraska.
Redacción Cubanos por el Mundo