La activista cubana Irma Broek, anunció la muerte de su hermana, Rosa María Toledo, tras ocho días de lucha por sobrevivir debido a una negligencia médica en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, en la provincia de Camagüey.
La desgarradora noticia fue compartida en su perfil de Facebook, donde sus palabras no solo reflejaron el dolor, sino también la impotencia que siente por esta nuevo desastre del sistema de salud cubano.
“Hoy nos tocó a nuestra familia, mañana puede tocarle a cualquiera. Finalmente, mi hermanita falleció, luchó ocho días por sobrevivir, pero el daño causado por la negligencia médica fue irreparable […] mi hermana se convirtió en una víctima más de la mal llamada ‘potencia médica cubana”, escribió Broek.

Cabe recordar que, la semana pasada, Broek había expresado su preocupación por la salud de su hermana, quien necesitaba una cirugía de vesícula urgente.
Toledo llegó al hospital el miércoles a las 8:00 con fuertes dolores, pero no fue operada hasta las 11:00 de la noche.
“En todas esas horas no hubo ni medicamentos para el dolor, ni sueros, fue tanto lo que se debilitó que entró en coma y en estos momentos aún está entubada y a pesar de su gravedad, ¡no la llevan a Terapia intensiva porque no hay camas!”, denunció Broek en su momento.
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La muerte de Toledo ha levantado una ola de indignación y cuestionamientos sobre el sistema de salud cubano, que no para de destruir familias en cada rincón del país.
La activista prometió a su hermana luchar “hasta mi último aliento para que otros cubanos no sufran como tuviste que hacerlo tú, ni perder la vida por culpa de médicos incompetentes, sin principio ni valores”.
Mientras casos como estos se presentan a menudo en toda la isla comunista, el régimen sigue burlándose del pueblo al pregonar su mal llamada “potencia médica”.
Redacción de Cubanos por el Mundo