La insensibilidad del régimen castrista volvió a quedar en evidencia luego de negarle el suministro de combustible a la planta eléctrica al joven cubano Lester Domínguez.
Este lamentable episodio ilustra la difícil situación que enfrentan muchos pacientes y sus familias en medio de la crisis provocada, precisamente, por la dictadura.
Según su padre, Dennis Domínguez, Lester estuvo una semana con su familia en la ciudad de Holguín. Al principio, todo parecía ir bien, pero luego su estado de ánimo se vino abajo.
“Estuvo deprimido un día y medio, no quería comer”, relató Dennis en Facebook. En tal sentido, la familia se encontraba en una encrucijada: ¿debían aceptar que Lester viviera en esas condiciones para siempre? La respuesta era clara: no era el momento adecuado para tomar esa decisión.
Sin embargo, la situación empeoró cuando llegaron a San Germán, dónde las autoridades se negaron a venderles combustible para la planta eléctrica de Lester. El motivo: “le tocaba a los motores”, por lo que si querían obtener gasolina, debían llevar un motor para canjearlo.
Cabe destacar que la planta eléctrica es vital para Lester Domínguez, quien está postrado y depende de ella para su ventilación y para el colchón antiescaras.
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También es crucial para preparar sus alimentos. Sin embargo, las autoridades parecen indiferentes ante su sufrimiento.
Como se recordará que Lester Domínguez lleva más de un año buscando recuperarse de la mejor manera, luego de sufrir un brutal ataque a machetazos perpetrado por dos delincuentes que buscaban robarle su teléfono móvil.
Desde entonces, el chico siempre ha permanecido optimista y con una sonrisa en su rostro, dispuesto a seguir toda indicación en aras de mejorar su salud, aunque de vez en cuando sufre ciertos episodios de decaimiento en su estado de ánimo.
Redacción de Cubanos por el Mundo