El Instituto de Meteorología de Cuba vaticinó en las últimas horas una temporada ciclónica particularmente intensa para los próximos meses, marcando una perspectiva preocupante para la región del Caribe, en especial para la mayor de las Antillas.
Según los especialistas, el Atlántico Norte podría ser testigo de la formación de hasta 20 tormentas tropicales, con 11 de ellas con el potencial de escalar hasta la categoría de huracán.
Una distribución geográfica de estos fenómenos esperados revela que 14 tendrían lugar en el área oceánica del Atlántico, mientras que cuatro se gestarían en el mar Caribe y dos más en el golfo de México.
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La probabilidad de que al menos un huracán se origine e intensifique en el Caribe fue estimada en un 85%, con un 70% de posibilidades de que uno de procedencia atlántica penetre también en esta área.
En cuanto a los riesgos para Cuba, son particularmente altos, con un 80% de posibilidad de ser afectada por al menos un huracán, y un 90% de enfrentar algún ciclón tropical.
Las condiciones que favorecen una temporada tan activa incluyen una temperatura superficial del mar significativamente elevada en la zona tropical del Atlántico Norte, observada desde junio de 2023 hasta abril de 2024.
Como referencia, el año pasado los pronósticos anticiparon entre 12 a 17 tormentas con nombre y entre cinco y nueve huracanes, de los cuales entre uno y cuatro alcanzarían categorías 3, 4 o 5.
Ante el augurio de una temporada ciclónica incluso más activa, los habitantes de la isla se preparan para enfrentar los retos que estos fenómenos naturales puedan presentar.
En Cuba, el hecho de una simple tormenta representa un grave peligro, tomando en cuenta el mal estado de las construcciones, carreteras, entre otras cosas.
Redacción de Cubanos por el Mundo
