Empapado de sudor, en medio de un insufrible apagón, Limay Blanco tuvo una “genial” idea para acabar con los cortes de electricidad en su barrio.
“Gracias a Dios yo tengo planta eléctrica”, dijo el humorista, líder del proyecto humanitario “Cristo cambia vidas”, y acto seguido compartió lo que sería la posible solución.
“Se ha ido la luz varias veces, se va, viene, se va, viene, parece que están reparando algo”, dijo ingenuamente y Alex Otaola hizo referencia a una reciente comparecencia del Ministro de Energía y Minas, Vicente de La O.
“Están limpiando 22.000 tubos”, le recordó el influencer, en alusión a la reciente mentira del dirigente castrista, experto en manipular y hacer promesas vanas al pueblo.
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El régimen cubano se ha visto obligado, incluso, a modificar los horarios de clase en algunas provincias, debido al tema de los apagones, también hizo saber Otaola en su programa.
Así ocurre en Villa Clara y el activista político aseguró que muchos padres no están enviando a sus hijos a las escuelas, lo cual es “fantástico”, porque es una forma de “romper con el sistema y mostrar descontento”.
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Respecto a la idea de alias “Muñi Muñi”, resulta que lo mejor sería comprar al menos 6 plantas eléctricas en el barrio para “ayudar a unas cuantas personas”.
Esta compra sería “entre todos” para poder conectar ventiladores mediante extensiones y ayudar, sobre todo a los niños.
“Si se unen más personas pueden ser hasta 10 plantas eléctricas”, dijo Blanco, chorreando sudor y Otaola le dijo que su idea era “una mierda” y que esas plantas se comprarían con dinero enviado desde el exilio.
Alexander Otaola le dio una mejor idea: ir todos a dormir con los niños a la puerta del Comité Central del PCC, todas las madres, gente que no puede vivir con el calor.
“Ir para la puerta del Comité Central y todos acostarse allí con sus colchonetas. O ir para las puertas de los hoteles y meterse en el lobby de los hoteles que están rodeando la mayoría de los barrios históricos de La Habana”, propuso Otaola.
El anfitrión del Rancho Anticomunista lamentó que Limay Blanco nunca señala al culpable de los apagones, solo las donaciones, los envíos desde el exilio y la manutención de toda la vida.
“¿ Y la gente que está en Bayamo, en Camagüey, Las Tunas, Cienfuegos, Santiago de Cuba? ¿Vas a llevarle esas mismas seis plantas?”, cuestionó.
Lo anterior, al decir de Alexander Otaola, es una evidencia de que el cubano de la Isla es “tan pendejo” que recurre a pedirle a sus familiares en el exterior y se acostumbra a mantenerse esclavo y víctima.
Redacción Cubanos por el Mundo