El pasado fin de semana, el mundo se despidió de Henry Earl, conocido ampliamente como “el hombre más arrestado del mundo”, quien falleció a los 74 años, dejando atrás una historia que desafía la comprensión de muchos.
Su vida, marcada por más de 1.300 detenciones, terminó en un centro de rehabilitación en donde pasó sus últimos días.
La noticia de su muerte fue confirmada por la prensa local, que señaló que Earl había sido sepultado el jueves en el cementerio de Owenton, Kentucky, en una ceremonia íntima debido a la ausencia de familiares.
La fama de Henry Earl no surgió de logros convencionales, sino de su constante presencia en la comisaría del Condado Urbano de Fayette, Lexington.
Henry Earl, the world’s most arrested man, dead at 74 after more than 1,300 busts: ‘He was a character’ https://t.co/Sr1imUxW4k pic.twitter.com/GpicqszcJ5— New York Post (@nypost) May 25, 2024
De hecho, su singular récord comenzó a contarse a partir de 1992, momento en que los registros de arresto empezaron a digitalizarse.
A pesar de que la mayoría de sus detenciones estaban relacionadas con el alcohol, su historia trascendió los archivos policiales, ganándose el cariño y a veces la compasión de la comunidad.
Ginny Ramsey, fundadora del Catholic Action Center, describió a Earl como un “personaje” con un brillante sentido del humor. Su relación con él a lo largo de las décadas reveló diferentes facetas de un hombre que, a pesar de sus dificultades, mantenía una naturaleza carismática.
Ramsey también compartió cómo Earl se presentaba humorísticamente como “James Brown” a quienes conocía, mostrando destellos de su personalidad detrás de su larga lista de arrestos.
La historia de Henry Earl con el alcohol y la ley tuvo su origen en una tragedia personal, marcada por la pérdida de su madre adoptiva cuando tenía apenas 18 años.
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Esta pérdida lo encaminó a un estilo de vida del que nunca logró despegarse completamente, llevándolo a pasar más de 6.000 días en prisión.
Su vida también incluyó breves momentos de fama, como su aparición remota en “Jimmy Kimmel Live” en 2004, un incidente que llevaría su historia a audiencias nacionales.
Hasta su último arresto registrado en abril de 2017 por intoxicación pública, Henry Earl simbolizó una figura compleja dentro de la comunidad de Lexington.
Redacción de Cubanos por el Mundo