La situación en la provincia de Sancti Spíritus es crítica, ya que cerca de 40 mil espirituanos reciben agua en pipas y otra gran cantidad sufre por la falta de este servicio básico.
Esta situación se agrava por la contingencia energética que vive el país, un reflejo de la ineficiencia del régimen castrista para gestionar recursos y servicios básicos.
Sin embargo, la versión de los representantes de la dictadura se inclina hacia la sequia ultilizando este motivo como excusa por la escasez.
Roberto Nápoles Darias, director de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, ha reconocido que el municipio de Sancti Spíritus es uno de los más afectados, con alrededor de 13,700 yayaberos que dependen del suministro de agua mediante camiones.
La ciudad recibe agua de dos plantas potabilizadoras: Yayabo y Macaguabo. A pesar de una supuesta inversión en nuevos equipos de bombeo, que ha incrementado la capacidad de la planta de Macaguabo de 670 litros por segundo a 860 litros por segundo, la situación sigue siendo precaria.
En el caso de la planta potabilizadora de Yayabo enfrenta una situación más severa, con una capacidad de bombeo que ha disminuido de 286 litros por segundo a solo 100 litros por segundo. Esto ha afectado principalmente al centro de la ciudad, incluyendo el parque, el bulevar, y las calles Agramonte, Martí, Máximo Gómez, así como la parte sur de la ciudad, específicamente el reparto 23 de Diciembre.
Para mitigar esta crisis, el régimen asegura que se han activado pipas con prioridad para centros asistenciales y escuelas, pero ¿Qué pasa con los cubanos que están sin la distribución del vital líquido?.
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Redacción Cubanos por el Mundo
