El sacerdote católico Fernando Gálvez arremetió contra el Arzobispo de Camagüey, quien prohibió repicar las campanas al párroco de Esmeralda, Alberto Reyes.
Gálvez, quien ejerce su sacerdocio en New Jersey, Estados Unidos, se solidarizó con su hermano de fe, que intentó hacer esta protesta pacífica cada vez que ocurriera un apagón.
Reyes apenas hizo sonar las campanas de su templo en dos noches, pues a la tercera recibió la orden de Monseñor Wilfredo Pino, de no hacerlo más.
“El pasado domingo llamé por teléfono al padre Alberto Reyes… Le dije que por el bien de la Iglesia y por tu bien te prohíbo tocar la campana en el momento del apagón”, dijo Pino a Martí Noticias.
Al Arzobispo se le señala también por prohibirle al cura de Esmeralda, allá por abril de 2021, que escribiera sus “Crónicas del Noroeste”, una columna habitual en Facebook, con críticas a la tiranía marxista de La Habana.
Fernando Gálvez, en el texto “Hablando de campanas”, publicado el pasado 24 de mayo por el medio independiente Cuba Trendings, arremetió contra Monseñor Willy.
“En lo referente al Arzobispo de Camagüey, su actitud no nos sorprende, ni podríamos esperar otro comportamiento”, manifestó.

Gálvez estimó que el screenshot con un mensaje atribuido al prelado, y que se viralizó en redes sociales, “no parece un texto salido de su pluma”.
“… y, en honor a la verdad, las voces divergentes, también por él, han sido siempre silenciadas de las más diversas maneras y por los intereses más variados. Fui víctima de este atropello en mi propia persona, cuando se abusó de la obediencia religiosa para impedirme un derecho cívico. Por ello, desde el exilio, como hijo de Cuba y sacerdote no pierdo la oportunidad de hacer lo que esté a mi alcance en la defensa de la libertad para mi tierra natal.”
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“Alberto es quizás una campana, como las de su iglesia, que si bien puede parecer débil es persistente en su anuncio: ´nos están matando´”, añade el texto de Fernando Gálvez.
“Y el mundo no oye… y algunos cubanos tampoco; y otros oyen, pero prefieren morir ´en paz´. Unos y otros necesitan las campanas de Alberto, las de la torre de su iglesia y las de su pluma, que pareciera ser siempre un grito sereno: si esto se pudiera conjugar. Las necesita el mundo para compadecerse de los sufridos; algunos cubanos para despertar y buscar juntos una salida, y finalmente involucrarse en la búsqueda de la verdadera paz.”
Aunque la prohibición de tañer las campanas en Esmeralda fue pronunciada por Monseñor Willy, es de presumir que la procastrista Oficina de Asuntos Religiosos, le dio un “empujoncito” al Arzobispo, tan prudente, tan callado, tan cómplice, tan, tan, tan…
Respecto al tema, Alexander Otaola remarcó que la orden vino de la mencionada Oficina, estructura del Comité Central del PCC terrorista, y acatada luego por una Iglesia “complaciente, apóstata, arrastrada”, y otros términos que omitimos, dichos en un castellano más terrenal, según el propio influencer.
Redacción Cubanos por el Mundo