La comunidad de Fort Lauderdale, en Florida, se encuentra conmocionada tras la trágica noticia de la muerte de un niño de 8 años, identificado como Ryan Amichette, quien fue encontrado inerte en el fondo de una piscina de un complejo de apartamentos en la tarde del pasado lunes.
El desafortunado suceso tuvo lugar cerca de la cuadra 1100 de Northwest Fourth Avenue, causando dolor y consternación entre los residentes y familiares del menor.
La policía recibió una llamada alrededor de las 6:30 de la tarde, alertando sobre la presencia del cuerpo del pequeño en la piscina.
Según fuentes oficiales, fue el propietario de la vivienda quien descubrió a Ryan y no dudó en contactar a los servicios de emergencia.
Un agente de la policía de Fort Lauderdale llegó al sitio y le practicó reanimación cardiopulmonar a Ryan hasta que los paramédicos tomaron relevo, aunque lamentablemente fue declarado muerto al llegar al Broward Health Medical Center.
Gibson Severe, hermano mayor de Ryan, compartió entre lágrimas cómo pasó horas buscando a su hermano antes de que la policía le informara sobre el hallazgo.
“Corrí hacia la policía y les dije: ‘¿Han visto a un niño pequeño?’ Y luego la policía respondió: ‘Acabamos de encontrar a un niño pequeño en la piscina”, relató Gibson a la prensa local.
Ahora, el duelo embarga a la familia Amichette, quienes se mudaron a Florida desde las Bahamas hace dos años y medio en búsqueda de una vida mejor.
Trascendió que la madre de Ryan había encargado a una cuidadora recoger al niño de la escuela, quien por razones aún no esclarecidas, no lo hizo el día del incidente, llevando a la perdida del menor.
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La policía de Fort Lauderdale está conduciendo una investigación para esclarecer cómo Ryan pudo haber ingresado al área de la piscina, mientras que la comunidad permanece alerta, recordando la trascendencia de la vigilancia constante de los más pequeños.
La familia Amichette, rota por la tragedia, clama por respuestas y justicia en medio de su inmenso dolor.
Redacción de Cubanos por el Mundo
