Un puñado de mentiras pronunciadas por el tirano Miguel Díaz-Canel fueron desmentidas desde el programa Hola! Ota-Ola.
Su anfitrión, el influencer anticomunista Alexander Otaola, repasó las palabras del despreciable e impopular gobernante, títere de Raúl Castro y rostro de la “continuidad”.
Díaz-Canel, no solo dijo que en la isla no hay desaparecidos ni asesinatos, sino que se atrevió a asegurar que “este país (Cuba) es más democrático que Estados Unidos”.
Es de extrañar que un régimen totalitario como el de La Habana, que no permite el pluripartidismo o las elecciones libres, se cumpla semejante aseveración, pero el puesto a dedo le soltó ese cuento a los adoctrinados jóvenes estadounidenses.
A propósito, Alexander Otaola, refutó cada una de las mentiras de Canel ante los visitantes propalestinos y pro comunistas.
“Si hay comida para todos y la buscan para todos, ¿cómo es que hay gente en Cuba comiendo de la basura?”, cuestionó.
En otra parte, el “socialista” Díaz-Canel, que viaja en helicóptero y en aviones carísimos, que usa ropa y tecnología de marca y vive como rey, criticó al capitalismo que “no resuelve los problemas actuales de la humanidad”.
Aquí Otaola casi infarta pues los propios jóvenes comunistas que escucharon al dictador viajaron a la Isla con dinero aportado por ONGs y otras organizaciones satélites de La Habana.
La prensa oficialista reseñó que este encuentro estuvo marcado por “Buenos sentimientos, y grandes verdades”, mientras el pueblo cubano sobrevive en medio de represión, hambre y miseria.
La comitiva estuvo integrada por la Brigada estadounidense de Jóvenes “Let Cuba Live” de la Asamblea Internacional de los Pueblos.
El personajillo que se sentó al lado del que dio la orden de combate para reprimir al pueblo es Manolo de los Santos, director del People’sForum y un activo tracatán de la dictadura cubana.
También estuvo Lis Cuesta Peraza, sentada en el suelo junto a los “brigadistas”, los mismos que ignoran la Cuba real que existe, con más de un millar de presos políticos y la gente agobiada, hastiada y desilusionada con aquella “revolución”.
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Redacción Cubanos por el Mundo