En un caso que fue publicado en Cubanos por el Mundo, una situación de acoso sexual y complicidad institucional continúa sin resolverse, pese a las denuncias públicas realizadas. A pesar de haberse hecho pública la situación en la empresa estatal Cubapapel, Narciso García Marrero, quien fuera denunciado como acosador sexual, sigue ocupando su cargo, al igual que varios de los jefes que lo protegen.
Una de las fuentes que sirvió como denunciante en la primera publicación hecha al respecto, volvió a comunicarse con Cubanos por el Mundo para informar que a pesar de las acusaciones hechas, “no se ha tomado ninguna medida disciplinaria o legal contra el acosador ni contra aquellos en posiciones de poder que han permitido que esta conducta continúe.”
“Ése hombre sigue en su mismo sitio y todos los demás igual”, señaló la fuente, destacando la falta de acción por parte de las autoridades y la empresa, asi como de los medios independientes que, dijo, “ninguso se hizo eco de la nota hecha por Uds.”
La fuente refiere que, además del grave problema del acoso, existen otras preocupaciones sobre la conducta y los antecedentes de algunos miembros del personal de Cubapapel.
Por ejemplo, de Orlando Martínez Blanco, asegura que “ha sido removido de varias empresas por problemas de conducta, incluyendo su paso por el zoológico nacional”, y a pesar de eso, desempeña un puesto importante en la empresa.
Lisset Cuevas, quien actúa como comercial en Cubapapel y cuyo marido trabaja como comprador, también es motivo de escrutinio.
“Eso es una gran violación. Eso es nepostimo”, refiere por su parte otro de los informantes del primer trabajo, al consultársele sobre la verdad o no de esta información que nos llegó por una vía.
Esta otra fuente mencionó que Cuevas fue despedida anteriormente de un cargo gubernamental debido a un escándalo de desfalco de dinero, pero ha encontrado una nueva oportunidad en Cubapapel para robar.
“La compañera Lisset Cuevas se jacta de que su madre es del Ministerio del Interior, por eso ella hace eso”, afirmó la fuente, aludiendo a un posible abuso de poder y nepotismo dentro de la empresa.
Este entrelazado de relaciones personales y profesionales también afecta a otros miembros de la empresa, como Adalberto Hipólito Cervantes, cuya esposa trabaja en el Departamento de Economía. A pesar de tenerla cerca, Cervantes tiene un amorío con la jefa de almacén.
La fuente asevera que la Jefa de Almacén ha robado a las dos manos y ha acumulado dinero suficiente para irse del país, lo cual, dijo, ya está planificando.
“Todo el mundo sabe que está esperando el Parole,” señaló.
El caso de Pérez y la aparente impunidad de García Marrero son especialmente preocupantes dado que la empresa Cubapapel no solo es un lugar de trabajo para adultos, sino que también recibe a estudiantes de técnico medio que estudian química, quienes deben pasar por las instalaciones dirigidas por García Marrero.
“Entre esos estudiantes, hay muchachitas. Y todos, por donde primero tienen que pasar es por las manos de García Marrero,” dijo.
“Esto tiene que sonar, como decimos en buen cubano, porque sigue igual como si nada”, concluyó la fuente, haciendo un llamado a una mayor visibilidad y acción contra las injusticias en esa empresa.
“Esto tiene que estar en más medios de comunicación,” pidió.
